Las tramas de la isla contra Turquía están condenadas al fracaso

15.12.2016

El mes pasado, la agencia de calificación Moody’s degradó la calificación del crédito turco desde Baa3 a Baa1. La decisión llegó por sorpresa dado que la misma agencia de calificación de crédito declaró a finales de noviembre de 2016 que no se tomaría ninguna decisión con relación a Turquía durante un mes, indicando que los efectos negativos del intento golpista han desaparecido hasta un alcance significativo. ¿Qué ocurrió y por qué esta institución hizo un giro de 180 grados?

He hecho públicos los planes del Estado profundo británico contra Turquía durante mis programas durante mucho tiempo. Ellos están persiguiendo la fragmentación de Turquía al igual que con Siria e Irak. Unos poderosos Turquía, Irán y Rusia, en oriente medio no benefician sus malvados planes y por tanto, usan todos los medios para intentar debilitar a estos países. Hicieron varios intentos en los pasados años, pero gracias a Dios, todos ellos fracasaron por la determinación del pueblo. Ahora, están buscando desalentar a Turquía al anunciar al mundo que el país es demasiado arriesgado para la inversión extranjera. Estas son las tácticas típicas que los Estados profundos a menudo aplican. Esto no difiere de las sanciones económicas. Cuando los medios políticos no pueden conseguir los objetivos para su beneficio, recurren a las sanciones financieras y económicas.

Podemos ver prácticas similares aplicadas a Irán y Rusia muchas veces en la historia reciente cuando las políticas de esos países eran incompatibles con las suyas. Buscaron aislarles justo como ahora aspiran a aislar a Turquía.

Durante la crisis financiera de 2008, fueron estas mismas agencias de calificación de crédito las que estuvieron en el meollo de los escándalos. Irónicamente estas agencias de crédito perdieron su credibilidad en gran parte debido a las falsas e inventadas valoraciones para manipular a los inversores. En consecuencia, pagaron grandes sumas en multas y castigos. Con esta información en mente, muchos políticos y analistas turcos criticaron la última degradación de Turquía. La decisión de degradar a Turquía, curiosamente ocurrió inmediatamente después de la entrevista del presidente Erdogán con Bloomberg respecto a la economía de Turquía. Durante esta entrevista, el presidente Erdogán declaró lo siguiente en términos de acciones de las instituciones de calificación de crédito en un modo que no fue agradable para aquellas agencias: “Están alabando a economías que se han colapsado, que están acabadas, o por otro lado, que están o bien congeladas o bien, van a cortar a un país que está en pie, que está erguido, y donde las inversiones están continuando”, y concluyó, “Esta no es una posición respetable. Les estoy invitando a ser honestos”.

Estas noticias llegaron entre varias e importantes reformas estructurales en la economía turca tales como nuevas leyes para la estructuración de deudas de tarjetas de crédito. El viceprimer ministro, Nurettin Canikli, declaró que esta degradación tendría sentido solamente si el país estuviera teniendo una crisis con Rusia y Moody’s ha omitido las recientes e importantes reformas que el gobierno ha tomado para fomentar el crecimiento económico. “A pesar de todos los riesgos globales y regionales, el ritmo de crecimiento en la economía turca está entre las 5 primeras economías”, añadió en una declaración. Un anuncio similar llegó del otro viceprimer ministro, Simsek, que es responsable de economía, el cual dijo: “Acelerar las reformas económicas estructurales y proteger la disciplina fiscal serán nuestras mejores respuestas a las agencias de crédito. Mantendremos las reformas sin suspensión”. Además, justificó la resiliencia de la economía turca con estas palabras, “Los fundamentos de Turquía son sólidos. Nuestra economía creció un 5,2% en la era pos-crisis financiera global, a pesar de los muchas sacudidas nacionales e internacionales”.

Turquía es lo bastante poderosa como para no caer presa de los juegos del Estado profundo británico. Están intentando desmantelar a Turquía, sin embargo nuestra nación mostrará una resiliencia similar al intento golpista del 15 de julio [de 2016]. La nación turca nunca debería preocuparse de tales instituciones desprestigiadas y se darán cuenta de cuán impotentes son. Además, incluso la alianza con Irán y Rusia será suficiente para nosotros.

Turquía debería actuar como un cuerpo con Irán y Rusia y formar una alianza muy fuerte para arruinar los juegos de aquellos que están esforzándose en manipular la política turca para ponerla a favor de sus propios intereses.

El nexo de estos tres países será vital no solamente para su propia seguridad sino también para la solución de la crisis siria que ha estado en marcha en la misma región. Como resultado de las intensas reuniones conjuntas, los tres países han decidido preservar la estructura unitaria de Siria. Estos tres países tienen el poder para hacer la paz en Siria. Obviamente no será fácil pero es bueno ver a los líderes actuando rápidamente, tomando pasos firmes para empezar con los procesos de paz que después irán seguidos por la fase de reconstrucción para un país que está actualmente en la ruina completa. Finalmente, los países involucrados en la guerra civil siria han acordado que la solución incluirá y estará con el régimen sirio. En conjunción con este plan de paz, he expresado muchas veces en mis entrevistas e incluso transmití mensajes al régimen a través de mediadores.

Turquía puede alojar e iniciar el comienzo de las conversaciones junto con Rusia e Irán. La primera cosa que Turquía debería hacer es regular los difíciles procedimientos de visado aplicados a los sirios. Por ejemplo, el gobierno podría hacer algunas excepciones para los políticos sirios bien conocidos y para aquellos intelectuales o académicos que puedan jugar un papel efectivo en estas conversaciones de paz. En consecuencia, un gobierno adecuado puede ser establecido en siria. Esto debería ser un gobierno secular que abrace a todos los representantes del islam, sea alauita, chií, o sunní (así como cristianos) y cualquiera que no oprima a nadie ni a cualquier idea. La nueva Siria debería estar libre de cualquier arma o bomba y su futuro debería dejarse en manos del mismo pueblo sirio. Semejante solidaridad y fuerte alianza de estos tres países siempre protegería el interés de los países regionales, y frustraría cualquier plan para desestabilizar la región. Así, podría lidiarse fácilmente con cualquier intento al estilo de las agencias de calificación de crédito o las sanciones económicas impuestas unilateralmente por algunos grupos con intenciones maliciosas.