La voluntad geopolítica de Kim Jong-un
Horas después de que el Senado de los Estados Unidos aprobara el paquete de medidas para renovar y ampliar sanciones contra la República Popular Democrática de Corea del Norte, el líder Kim Jong-un autorizó el lanzamiento de un misil balístico intercontinental, el cual cayó en la zona económica exclusiva de Japón.
El misil recorrió 933 kilómetros y alcanzó una altitud de 2.802 kilómetros.
Para Pyongyang, el programa de misiles nucleares es un escudo para su seguridad y la batería de sanciones que hasta el momento se disparó en su contra, no dio el efecto esperado.
Desde territorialidad estadounidense, se levantan voces como la de Pat Buchanan para que Washington, Langley y Arlington eviten querer resolver violentamente el problema de Corea del Norte. O sea, cancelar el intervencionismo.
Paralelo a ello, sectores de Pyongyang renuevan advertencia a Israel por la interferencia que Tel Aviv está realizando en la actividad económica de Corea del Norte.
Oponente del diseño dominante de las élites occidentales, Kim Jong-un también mantiene distancia con la visión internacional de Israel.
En efecto, la estrategia de política exterior del Pyongyang desaprueba la geopolítica israelí y se solidariza con los pueblos palestinos, sirios e iraníes.
Corea del Norte no reconoce al estado de Israel, lo considera invasivo y ocupante.
En cambio, sí reconoce al pueblo palestino como legítimo y único propietario del terriorio que desde hace décadas mantiene en disputa con el sionismo.
Cuando en 1988 Yasser Arafat declaró en Argelia el estado palestino, el régimen de Pyongyang lo reconoció inmediatamente.
Con el presidente sirio, Bashar Al Assad, Corea del Norte estableció buenas relaciones y expresó en reiteradas oportunidades su compromiso de concretar una alianza contra sus adversarios internacionales. De igual modo, el gobierno de la República Democrática Popular de Corea del Norte se dirigió a la República Islámica de Irán.
El Grupo de Amistad Parlamentaria, Irán-Corea de Norte, está muy avanzado en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
A diferencia de Irán, Pyongyang, en reiteradas ocasiones, manifestó que no aceptará un acuerdo similar al suscripto entre Teherán y la administración Obama.
El tejido de esas relaciones preocupa mucho a Israel.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, en un comunicado del mes de abril, declaró “Israel debería pensar dos veces sobre las consecuencias de su campaña de difamación contra la RPDC”.1
En el marco de esa tensión, el semita activista político y escritor, nacido en Israel, Gilad Atzmon se preguntaba el 22 de junio si Otto Frederick Warmbier era realmente un estudiante norteamericano o un espía de Israel.2
Warmbier era un joven judío de nacionalidad estadounidense que fue detenido a inicios de 2016 por las autoridades norcoreanas después de haber sustraído un cartel de progaganda a favor del gobierno de Corea del Norte.
Estas acusaron al universitario de haber perpetrado un “acto hostil” contra la soberanía y las leyes del país.
Luego de haber sido condenado a 15 años de trabajo forzoso por tribunales norcoreanos, Warmbier fue devuelto a los Estados Unidos quince meses más tarde.
Una vez que llegó a Cincinnati, Ohio, las autoridades estadounidenses anuncian que el joven llegó en estado comatoso por una grave lesión neurológica y disponen su inmediata internación, produciéndose su deceso el 19 de junio.
El suceso adquirió proporción mundial, ocupando grandes espacios en toda la prensa internacional.
La acusación de asesinato a cargo de Pyongyag salió de todos los continentes. El régimen norcoreano sólo manifestó que Warmbier fue tratado como cualquier otro presidiario y que no era responsable de su muerte.
Llamativamente y contrariando el buen sentido, la familia del malogrado joven se negó a la realización de la pertinente autopsia. Anteriormente, el grupo familiar de Otto había decidido no informar de la judeidad del estudiante por recomendación externa porque se quería “mantener su identidad y antecedentes judíos ocultos mientras los funcionarios trataban de negociar su liberación.
Eso se debía a que la justificación norcoreana de su encarcelamiento se centraba en una dudosa afirmación de que Warmbier había robado un cartel de propaganda en un lobby de un hotel de Pyongyang por órdenes de la Friendship United Methodist Church en Wyoming”.3
No tenemos idea alguna de si Corea del Norte es culpable o no de dicha muerte, si hubo exceso en brutalidad o no, tampoco nos interesa entrar en defensas o ataques a Corea del Norte.
Sólo nos informamos, observamos y razonamos con perspectiva propia, basándonos en la realidad de los hechos y en lo lógico-analítico evitando caer en esquemas sesgados, circuitos informativos tóxicos e histerias propagandísticas.
Otto Warmbier fue de ideas izquierdistas globalistas y un activista pro Israel.
En efecto, después de un viaje a Israel, se unió a la Fundación Hillel. Esta organización fue fundada en la década de 1920 para transmitir los valores de la civilización judía e inmediatamente pasó a ser polo inalienable de la poderosíma B'nai B'rith y financiada por ella.
De igual forma, la política internacional del régimen de Pyongyang determina y aclara que no está subordinada a la geoestrategia china y que la Unión Europea y la India también son actores que buscan la deconstrucción del estado-nación dirigido por Kim Jong-un.
China es el principal actor geopolítico global que quiere evitar un gran conflicto bélico entre Corea del Norte y los Estados Unidos. No le conviene tener a los Estados Unidos con gran presencia militar en la península coreana, mucho menos apoyar absolutamente en ese escenario a Corea del Norte por razones geocomerciales.
En ese sentido, como dijimos en otra oportunidad, “China trata de limitarlo a Kim Jong-un pero sin atacarlo ni apartarse de él. Trump ha puesto sobre el gobierno de Pekín la principal responsabilidad en la disuasión”4 y en ello están Xi Jinping y sus colaboradores, contando ahora con la activa intervención del presidente ruso ,Putin, para desempeñar dicha tarea.
Rusia se ha transformado también en actor de consulta y asociatividad comercial para el Proyecto de Kim Jong-un.
Para el año 2020, tanto Moscú como Pyongyang pautaron incrementar el comercio bilateral y utilizar el rublo como moneda de pago.
Consideramos que sólo Vladimir Putin y su equipo diplomático podrán lograr lo que los otros actores no pudieron obtener. Las deliberaciones que Moscú emprendió con Pekín, Pyongyang y Seúl permiten creer en ello.
Claro está, el escenario se dará en tanto y en cuanto en el año 2018 no se produzca en el Kremlin el desplazamiento del Proyecto Euroasático por el occidentalismo globalista.
En tanto, China volvió a mostrar su repudio a la instalación del sistema de defensa antimisiles estadounidenses en Corea del Sur , exigiendo que Seúl retire su apoyo.
Por su parte, el gobierno de Corea del Sur presentó a su homólogo norcoreano el Plan 2020 pero el régimen de la RPDC lo desestimó porque cree imprescindible no alterar su propio proyecto.
De la misma manera que la Casa Blanca, la Unión Europea presiona a China para que ponga a Pyongyang en el sendero que ellos consideran correcto.
En el presente año, la Unión Europea que recientemente firmó un mega acuerdo globalizador con Tokio, extendió sus sanciones contra Corea del Norte, prohibiendo la inversión en áreas como las industrias armamentística convencional, metalúrgica, del metal y la aeroespacial; sancionando a entidades y personas, aplicando medidas restrictivas autónomas complementarias de las adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Respecto a la India, la Administración de Narendra Modi dio un giro significativo y reemplazó los buenos lazos que su país mantenía con Pyongyang, por el realineamiento con Israel y los Estados Unidos, imponiendo, desde hace tres meses, una serie de medidas en contra de Corea del Norte.5
Pese a las múltiples sanciones y presiones de todo tipo, Corea del Norte sigue creciendo a un ritmo del 6,9% anual y el Mariscal Kim Jong-un demuestra, una vez más, que no se alineará con la perspectiva y los objetivos de los principales actores geopolíticos que tienen hegemonía en Occidente, constituyéndose en un misil geopolítico.
Notas:
2-http://www.gilad.co.uk/writings/2017/6/22/was-otto-warmbier-an-american-student-or-an-israeli-spy
5-http://cnnespanol.cnn.com/2017/05/01/corea-del-norte-perdio-uno-de-sus-mayores-socios-comerciales/
*Director Consultora Universum
E-mail:consultorauniversum@gmail.com