LA MULTIPOLARIDAD ES UNA REALIDAD EMERGENTE
Distinguidos oradores, académicos y profesionales, es para mí un honor formar parte hoy de la Conferencia Global sobre la Multipolaridad (CGM-1). Me gustaría felicitar tanto a los participantes como a los oyentes de la CGM-I por formar parte de esta sagrada causa, que en su día fue una mera manifestación teórica pero que hoy estamos experimentando realmente el desmoronamiento del viejo orden mundial centrado en Occidente.
Los albores del siglo XXI marcaron una importante transformación en las esferas geopolítica y geoeconómica debido a la aparición de nuevos polos económicos, políticos y de civilización en regiones clave del mundo como China e India en Asia, Rusia en Eurasia, Sudáfrica en el continente africano y Brasil en América Latina. La aparición de estos nuevos centros de poder fuera de la esfera occidental impulsó literalmente la gran transición tanto a nivel regional como mundial. Hoy en día, la multipolaridad puede observarse a nivel regional tanto en términos de cooperación económica entre los países de la región como de construcción institucional. Por ejemplo, el BRICS, la OCS, la Unión Económica Euroasiática (UEE) y el BAII son los componentes clave y los cimientos del proceso multipolar que ha adquirido un ritmo significativo en la última década. En la actualidad, el BRICS ha superado al G7 en términos de PIB y crecimiento económico, lo que indica claramente el declive del momento unipolar y del llamado viejo orden, liderado principalmente por el Occidente colectivo. Por lo tanto, cuando se trata de la multipolaridad, la realización de la política mundial va más allá de la comprensión de las tendencias en evolución en todo el espectro mundial.
Damas y Caballeros, ha llegado el momento en que la multipolaridad se ha convertido en una realidad geopolítica que trasciende la mera manifestación teórica de hace décadas. Desde su creación, mi país, Pakistán, se ha convertido en víctima del despiadado juego geopolítico librado por Occidente al unirse al bando occidental durante la Guerra Fría. Como signatario del CENTO y la SEATO, Pakistán actuó como peón de Occidente en su despiadada lucha geopolítica contra la Unión Soviética. Los graves fracasos de la política exterior de nuestros dirigentes llevaron a Pakistán al borde del desastre y del caos incesante, lo que sigue obstaculizando su progreso y desarrollo a pesar de ser un Estado nuclear. Sin embargo, en la última década Pakistán intentó por primera vez abandonar el bloque occidental uniéndose a la iniciativa china Belt and Road. Como resultado del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), China se comprometió a invertir 68.000 millones de dólares en Pakistán desarrollando zonas económicas clave, maravillas de infraestructura y proporcionando préstamos para el desarrollo. Sin embargo, debido a la incesante presión de Occidente, especialmente de Estados Unidos, las élites políticas de Pakistán repitieron el error de sus predecesores con viles intentos de deshacerse de la iniciativa del megacorredor económico liderada por China.
Desde la inauguración del proyecto CPEC, China sólo ha invertido 17.000 millones de dólares en el desarrollo de la ruta Norte-Sur y el resto de la inversión quedó bloqueada debido a la inestabilidad política patrocinada por Occidente y a razones de seguridad en Pakistán. Es hora de que los líderes de Pakistán despierten antes de que sea demasiado tarde para reclamar su parte en el emergente mundo multipolar al igual que India y otros países regionales de Asia. Las naciones emergentes de Eurasia, como China, India y Rusia, ofrecen enormes oportunidades para la conectividad y el desarrollo regionales. Es hora de que Pakistán abandone la euforia occidental y se una al proceso multipolar emergente liderado por China, India, Sudáfrica, Rusia y Brasil.
Sin perder tiempo, una vez más quiero dar las gracias a todos los organizadores que han organizado con éxito esta conferencia y nos han animado a compartir nuestros puntos de vista sobre la multipolaridad.