La geopolítica del crimen organizado y la economía del crimen
En 1958, Don Arturo Jauretche sacaba como Suplemento Mensual de la Revista QUE, Numero 6-7, "Ejercito y Politica. La Patria Grande y la Patria Chica", que luego saldría como libro editado por Peña Lillo. Allí Jaureche plantea la bipolaridad Patria Grande y Patria chica, y si la patria chica vence, no hay posibilidades de soberanía posible. En el fondo, la Patria Grande es un nacionalismo defensivo para preservar la Patria Grande.
Siguiendo y no repitiendo a Jauretche, venimos señalando que el crimen organizado puede generar un Estado criminal o NARCODEMOCRACIA que hará inviable la Patria Grande. O sea, el crimen organizado es el mayor enemigo de la Patria Grande hoy por hoy y representa la patria chica sin lugar a ninguna duda.
En el Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica ya lo planteábamos en el 2008 [Barrios Miguel Angel (Director). Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolitica, Bs.As. Ed. Biblos, 2008] bajo la denominación de Geopolítica del Crimen Organizado.
Jean Gayroud, comisario de policía diplomado en el Instituto de Estudios Políticos de París y en el Instituto de Criminología, y considerado uno de los mas grandes especialistas en el estudio de las organizaciones mafiosas, en El G-9 de las mafias en el mundo sostiene que el objeto y la complejidad de la naturaleza de la mafia traspasa el campo de la criminología clásica, debido a que su objeto de estudio no puede limitarse al estudio de lo que es una asociación criminal o el crimen organizado.
La criminología clásica, incluso en su faz multidisciplinaria, en la actualidad no responde a las necesidades de comprensión de las mafias, en razón de su orientación individualista. Esta ciencia se interesa por sobre todo hacia el individuo criminal y por las respuestas de la sociedad ante el circuito delito-prevención-represión.
La geopolitica aporta una mayor riqueza de aportes teóricos-prácticos, pues permite un análisis y un enfoque físico y espacial de un fenómeno social. Sin dudas, el Estado sigue siendo el principal referente y objeto de reflexión geopolítica, porque es el actor más importante del sistema-mundo. Las organizaciones criminales transnacionales representan auténticos poderes, a veces tomados marginalmente por los estudiosos. Son poderes con autonomía política que pueden llegar a configurar Estados criminales, narcoestados o narcodemocracias, a partir de la megacorrupción o delitos de cuello blanco.
Las organizaciones criminales transnacionales constituyen un autentico actor dotado de voluntad, autonomía y capacidad de influencia en las Relaciones Internacionales. La aparición del crimen organizado transnacional como sujeto geopolítico cobra sentido dentro del estudio de las organizaciones -tanto las criminales transnacionales como las mafias- y del flujo de productos criminales, drogas, armas, prostitución, etc.
A la politica clásica se suma una nueva geografía de los poderes económicos con una jerarquía cualitativa y funcional de lugares redes-económicos, paraísos fiscales, empresas fantasmas, bolsas, etc. Según Antonio María Costa, director de la Oficina de las Naciones contra la Droga y el Delito (ONUDD), existen indicios de que millones de dólares provenientes del tráfico drogas y de otras actividades ilegales sirvieron para salvar algunos bancos. Costa precisó que tiene las pruebas de que los productos del crimen organizado fueron los únicos capitales puestos a disposición de algunos bancos que se hallaban al borde del hundimiento en el 2013 (Le Monde Diolomatique. Atlas, BsAs. 2012 pág. 65).
Gayroud sostiene que la palabra "mafia", que en su origen designaba en el siglo XIX a una organización criminal nacida en Palermo, la capital de Sicilia (Italia), se ha convertido en palabra "libero", como sinónimo en forma mecánica de crimen organizado. Hoy todo es mafia, desde la llamada mafia rusa, china, japonesa, etc. Pero esa palabra omnipresente de "mafia" necesita una clave operativa estratégica, es decir, geopolítica. Para ello, el especialista francés propone algunas dimensiones de reconocimiento e identificación de una autentica mafia, que serán el objeto de la geopolítica del crimen organizado: control territorial, capacidad de orden y dominación, sentido de la jerarquía y la obediencia, secreto e iniciación, dimensión ética y familiar, multicriminalidad, mitos y leyendas, antigüedad y vocación de permanencia.
En la actualidad, para Gayroud, las mafias que reúnen esos requisitos son nueve, nacidas en tres continentes diferentes, Europa, América y Asia: Cosa Nostra de Sicilia (Italia), Cosa Nostra italonorteamericana (Estados Unidos), Ndrangheta de Calabria (Italia), Camorra de Campania (Italia), Sacra Corona Unita de Puglia (Apulia, Italia), Mafia albanófona (Albania y Kosovo) y Mafia Turca. En realidad se trata de entidades superiores poseedoras de una naturaleza propia y representan un estadio superior del simple crimen organizado. Nosotros agregamos los cárteles de Méjico y Brasil, y las Maras de El Salvador.
En términos estratégicos, la diferencia entre el terrorismo y la gran criminalidad organizada consiste en distinguir que el primero es clandestino y subversivo por naturaleza y se manifiesta a través de la táctica de la violencia, generalmente con fines políticos, y la gran delincuencia organizada es parasitaria y encubierta, y se puede formular en la siguiente ecuación: crimen de muy alta intensidad y muy baja visibilidad. Y mientras el terrorismo en la mayoría de los casos es anti sistema -incluso en el terrorismo de Estado-, la geopolítica del crimen organizado se enfoca, como las mafias, a entregarse en todos los niveles del Estado, generando la macro corrupcion que está ocurriendo en muchos de nuestros Estados, como vehículos de desguace de nuestros Estados y de ejecutores de la patria chica.
De hecho la criminalidad organizada traza su propia geopolítica del mundo, con una diversidad de perfiles: zonas de producción sin Estado o gestionado por Estados cómplices; actividades protegidas por Estados condescendientes o comercialización en los países de alto nivel de vida y circuito del blanqueo. La esfera financiera nacida de la desregulación ya escapa al control de los Estados, que más bien compiten para traer sus flujos. El crimen organizado es un componente de la globalización, por lo que estamos viendo. La inserción de las mafias en la economía global va unida a un profundo arraigamiento en el territorio y las sociedades a escala local. Es en este ámbito donde encuentran las complicidades con el aparato político y administrativo para idear y organizar los tráficos, y donde se relacionan con los trabajadores de "cuello blanco" -abogados y banqueros, entre otros- para blanquear el capital y reinvertir (Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur, BsAs. 2015, pág. 152).
Para no desbordarnos, daremos ejemplos concretos de cómo el crimen organizado genera la macro corrupción y la penetración hacia el interior de nuestros Estados, y va cooptando, y la debilidad es tal, que es imposible empujar hacia la patria Grande en la bipolaridad que nos enseñó Don Arturo Jauretche.
- En su gran mayoría, los contrabandistas del crimen organizado utilizan las mismas redes y métodos de transporte (mar, tierra y aire) que se utilizan en el comercio legal. Por ejemplo, la "contenerizacion" -el transporte de mercancías sellados y estandarizados- ha aumentado enormemente la eficiencia del transporte de mercancías legales e ilegales.
Con la revolución de los contenedores, que reemplazaron a las lanchas o pequeños barcos, por su impresionante modernización e incluso a los pequeños aviones privados, los contrabandistas pueden enviar grandes cantidades de drogas a bajo costo y muy difíciles de detectar.
A tal punto que las exportaciones mundiales se duplicaron de mediados de los años ochenta a mediados de los noventa, y alcanzaron los 4.1 billones de dólares (Mats Berdal y Mónica Serrano, compiladores, Crimen Organizado y Seguridad Internacional, FCE, 2005. Méjico. "Peter Andreas. Crimen Transnacional y Globalización Economica, pág. 68"). Y este es un tema de actualidad máxima en la Argentina.
- El otro ejemplo concreto es el narcotráfico. Dentro de todas las actividades asociadas al crimen organizado el tráfico de drogas ilegales es el más relevante. Es dinámico, transnacional y poli-criminal, busca expandir los mercados consumidores, diversificar sus empresas ilegales y la variedad de sus productos, y explora nuevos puntos de tránsito y "santuarios" en lugares con baja capacidad de imposición de ley y altos niveles de corrupción. Aquí aparece la debilidad de nuestros Estados. Por eso, debemos tener una ley consensuada en nuestros países del financiamiento de la política.
Con el agravante de que la economía ilícita parece ser un punto de intersección donde las líneas entre insurgencia, crimen organizado, terrorismo y partes corruptas del Estado, se mezclan y difuminan. (Mabel González Bustelo, Narcotráfico y Crimen Organizado, Ed. Icaria, Barcelona, 2014, pág. 28).
Si analizamos desde Méjico a El Salvador y desde Afganistán a Irán, se encuentran algunos de estos actores. Como así también el "pensamiento único" de los EE.UU. de criminalizar la lucha contra la droga exportando su problema y atacando a América Latina de Estados fallidos.
- Otro dato clave, es la diversificación criminal a partir del narcotráfico. Esta amenaza es la constructora de un sistema mafioso de megacorrupcion que erosiona por dentro al Estado y toca la microcorrupcion.
Es como en el campo de la economía, no puede existir una viabilidad microeconómica en un caos macroeconómico.
Robos, extorsión, secuestros, trata de personas son, en muchos casos, conducidos por redes, bandas y pandillas iniciadas en el negocio de la droga. Al desnudar al Estado lo corroen. Por ejemplo, las organizaciones criminales incursionan en el robo de minerales y de petróleo, en el blanqueo del dinero -la obra publica-. Y, por añadidura, es la neutralización de los servidores de la ley: policías, jueves, fiscales y agentes del orden.
Cuando la corrupción es sistémica es porque penetró en todas las áreas del Estado el crimen organizado. Acá es central una reforma política que transparente el financiamiento de las campañas electorales, o sea de la política (Marcelo Bergman, Drogas, narcotráfico y poder en América Latina, F.C.E. BsAs. 2016, pág.145).
-El último y reciente dato es la manera de cómo los cárteles de la droga mejicana se están diversificando hacia un negocio que puede provocar una guerra de precios en los mercados de materias primas. Los hidrocarburos y los alimentos son los nuevos mercados de los que podrían adueñarse los grupos criminales.
La geopolítica de la economía mafiosa de las materias primas abarca países como China, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Nicaragua (Infobae, “Los cárteles de la droga penetran el mercado de los commodities: ahora venden alimentos, minerales, gasolina y madera”, BsAs. Domingo, 4 de setiepmbre de 2016, pág. 15).
Acá en Argentina, con la facilidad que tiene la permisividad de la ley para adquirir tierras, existe un proceso de extranjerización notable. Corrientes, otrora provincia de terratenientes, hoy modificó esa matriz por una acelerada extranjerización que, sin hacernos caer en diagnósticos xenófobos, no existe un registro serio y no se conoce en profundidad.
Esto es la megacorrupción articulada a todos los niveles y desde diferentes espacios que nos obligan a una batalla titánica.
Estos son los ejemplos de cómo la Patria chica montada en la geopolítica del crimen organizado puede vencer a la Patria Grande. Nunca tan actual el dilema de Don Arturo Jauretche.
Miguel Ángel Barrios (Argentina), Dr. en Educación, Dr. en Ciencia Política. Autor de más de 20 obras de política latinoamericana y referente del pensamiento latinoamericano.