La falsificación de la historia: “Ucrania” no es un país

02.12.2016

Ucrania ha degenerado desde una región rusa/soviética, a una colonia americana.

El territorio de lo actualmente denominado como Ucrania nunca ha sido un Estado o un país, y nunca lo será. Siempre fue parte de otro, de un país real o, más frecuentemente, dividida entre otros Estados reales como Polonia, Austria, Hungría, Turquía, y de manera muy importante, Rusia. Por supuesto, según la junta nazi de Kiev, la guerra de Troya fue disputada entre “tribus ucranianas, Alejandro Magno era secretamente “proto-ucraniano” y el Imperio Bizantino era una “colonia ucraniana”, pero para el resto del mundo, el hecho que permanece es que no hay ni un sólo documento histórico o referencia que se remita a “Ucrania” como un Estado o un país independiente. Cuánto les gustaría a los nacionalistas “Ukrop”, pero no pueden cambiar la historia “antigua” como intentan hacer con la historia moderna, como hacen, por ejemplo, encubriendo al criminal de guerra, colaborador nazi, y asesino de masas, [Stepan] Bandera. La junta nazi de Kiev trata de falsificar incluso la historia “antigua”, pero los autores y fuentes medievales y antiguas son demasiado bien conocidas y están demasiado bien documentadas como para ser falsificadas tan fácilmente.

Es una prueba y un hecho bien conocido que el primer Estado ruso fue el Rus de Kiev, tomen nota: “Rus”, ¡no Ucrania! También es bien conocido que la misma palabra “Ucrania” proviene del mundo de la Rusia antigua, que nunca se refiere a un país, sino a una simple región fronteriza entre los países e imperios mencionados anteriormente. Más tarde, la palabra “Ucrania” fue usada para las partes más occidentales del imperio ruso. Cuando el imperio ruso se expandió hacia el sur, los nuevos territorios que fueron liberados principalmente de la ocupación turca fueron denominados como Novorossiya, o Nueva Rusia. De nuevo, ¡ninguna mención a “Ucrania”! También esos son hechos históricos bien conocidos y probados. Las partes nor-orientales del territorio fueron denominadas como Malorossiya, o Pequeña Rusia. Desgraciadamente, los líderes comunistas de la URSS decidieron poner en conjunto a todas esas partes en una nueva república soviética y denominaron como “Ucrania” a la combinación. También añadieron a la única parte históricamente no-rusa, Galitzia, a esta nueva república, y más tarde añadieron Crimea como un “regalo”, y todo esto sin denominar al territorio (excepto Galitzia) por sus nombres históricos y reales: Novorossiya y Malorossiya. Esto fue hecho en parte por casualidad, y en parte por conveniencia, porque la mayoría de este enorme territorio, anteriormente, había sido la “tierra fronteriza” de Rusia.

Cuando la URSS se disolvió por traiciones internas y contra la voluntad de la vasta mayoría de la gente, como se mostró en el referéndum de 1991, los estadounidenses pudieron asegurarse, mediante el control de su títere, el traidor y alcohólico Yeltsin, que las partes genuinas rusas de la Unión Soviética, esto es, la mayoría de la RSS de Ucrania (como Novorossiya y Malorossiya), quedaran fuera de Rusia y no regresaran a la Federación de Rusia. Esto fue hecho por supuesto para debilitar al nuevo Estado de Rusia, y no por ninguna compasión para el nuevo pseudo-Estado de “Ucrania”. Ahora, la principal tarea de cualquier gobierno ruso no debe ser la organización de campeonatos mundiales de futbol o construir Disneylandia, sino liberar y retornar las tierras rusas tales como Novorosiya y Malorossiya a la Madre Rusia. El mejor modo para empezar es ayudar a que el ejército de Novorossiya libere todas las tierras desde Járkov a Odesa y al este del Dniéper.

Por cierto, ¿El régimen ucraniano cómo puede soñar incluso con ser un país cuando todo está subvencionado por los EEUU y, al mismo tiempo, venden todos los recursos de su gente a extranjeros? Esto no es un país, es una colonia. Se necesita mucho más que renombrar calles y aldeas con criminales nazis para convertirse en un país real.