Infiltrados desenmascarando a la izquierda globalista
PRÓLOGO
PARTE I- SOMBRAS SOBRE ZUCCOTTI PARK: EL ORÍGEN DE OCCUPY WALL STREET
Desde el 13 de agosto al 10 de septiembre de 2011, asistí a los encuentros de la Asamblea General de Nueva York (AGNY) en el parque de Tompkins Square, en Manhattan. (…) Fui, por tanto, testigo de la prehistoria de Occupy Wall Street, aunque reconozco que fue más por curiosidad que por convicción.
Hay muchas percepciones falsas sobre la historia del movimiento Occupy en EE.UU. Desde los primeros días de Occupy Wall Street, cuando la periodista del New York Times Gina Belafonte se refirió al campamento de Zuccotti Park como “la protesta política convertida en espectáculo”, los medios masivos norteamericanos presentaron a Occupy como un hatajo de individuos insatisfechos y con dificultades para encontrar un propósito en sus vidas. Al mismo tiempo, los simpatizantes del movimiento a menudo han dado una versión sobre sus orígenes que gira en torno a las actividades de un grupo de organizadores americanos que consiguieron de alguna manera capturar la imaginación pública. Este texto propone una narrativa diferente: la historia de cómo un grupo de extranjeros que trajeron tácticas y experiencias de movimientos sociales recientes en otros países articularon algunas de las ideas más persuasivas y de las prácticas más duraderas que iban a surgir del movimiento Occupy.
La historia estándar de Occupy Wall Street en los Estados Unidos es que la izquierda americana fue capaz finalmente de promover un movimiento colectivo para combatir los abusos de las élites político-financieras, en la estela de la crisis económica de 2008. Incluso los artículos que han reconocido las conexiones internacionales de Occupy normalmente las han caracterizado en términos de inspiración indirecta de los movimientos sociales de 2011 en Egipto, Grecia, España y otros lugares.
Sin embargo, lo que yo vi en estos encuentros y lo que he sido capaz de reconstruir estudiando los primeros documentos de la Asamblea General de NYC, es que cerca de un 40 o 50% de los participantes en las asambleas de agosto y septiembre de 2011 provenían de lugares que no eran Estados Unidos: España, Brasil, Irán, Grecia, Armenia, Japón, India, Palestina, Argentina, Rusia e Italia, además de la nación Choctaw y Puerto Rico. Solamente un artículo aparecido en los medios durante el primer mes de Occupy Wall Street se enfocaba parcialmente en las raíces internacionales del movimiento, “Cómo empezó realmente Occupy Wall Street”, publicado por Andy Kroll en la revista Mother Jones el día 17 de octubre. Bajo mi punto de vista, su provocadora pero legítima afirmación de que los participantes extranjeros eran al menos tan importantes como los americanos en la organización de Occupy Wall Street, no fue tomada en serio en ningún otro lugar.Lo más sorprendente, quizá, sea el modo en el que destacados intelectuales de la izquierda, y muchos del movimiento mismo, comenzaron a ensayar ese relato de la inspiración indirecta, y no la participación directa, una vez que Occupy se extendió por el mundo. Al contrario de lo que uno esperaría, los principales teóricos académicos de Occupy se han basado en gran medida en la versión mediática de los orígenes del movimiento, aunque hayan dado más relevancia al impulso internacional del movimiento, frente al nacional, e idealizado lo que la prensa ha tendido a demonizar. Me inquietó que el académico y teórico político norteamericano Michael Hardt hablase de las “continuidades invisibles” de los nuevos movimientos sociales durante una charla sobre “El derecho a los comunes” en la Universidad de Princeton en noviembre de 2012, como si Occupy solo se pudiera conectar con Madrid y Atenas mediante una analogía. En su ahora famosa “Declaración” de mayo del 2012, Hardt y Antonio Negri emplean un lenguaje metafórico casi idéntico al de los medios de comunicación masivos para describir los movimientos sociales de 2011: las acampadas “se inspiraron en” las revueltas, los ocupadores de Wall Street “tomaron el relevo” de los indignados europeos, y los manifestantes de todo el mundo “reconocieron la resonancia”. En su empeño por atribuir los movimientos alrededor del mundo a una “multitud” horizontal, sin rostro ni nombre, Hardt y Negri no parecen contemplar la posibilidad de que alguno de esos manifestantes hubieran tomado un avión. ¿Los historiadores materialistas no dan ninguna importancia al hecho de que la participación de extranjeros en estos movimientos no fue sólo virtual sino también presencial?
Una mano “española” mueve los hilos de las revueltas indignadas en Wall Street. Se trata de Vlad Teichberg, un ex broker de 38 años, hijo de disidentes rusos y casado con una madrileña, Nikki.
El diario francés Le Figaro le define como un hombre de “aspecto un poco descuidado”, con un “tono exaltado”, propio de los “revolucionarios”, que, sin embargo, está acostumbrado a las buenas costumbres de los intelectuales educados en la prestigiosa (y cara) Universidad de Princeton.
Se define como un indignado “global”. Quizá por ello cruzó el charco para estar en el epicentro de las protestas en España, la Puerta de Sol de Madrid para trasladar el movimiento 15-M a EEUU.
Yo conozco a Vlad Teichberg, que vino a mediados de febrero y dijo que en mayo habría una revolución en España. Éste, que salió en muchos medios de comunicación, iba de indignado, pero es un genio informático y matemático que trabaja para grandes empresas de Wall Street como JP Morgan diseñando programas informáticos para que ganen más dinero en la Bolsa. Vive en un loft de Nueva York construido por FrankWright, de 250m2, y por el que paga 37.000 dólares al mes. Yo estuve en el palacete que tenía alquilado en la calle Pez de Madrid, donde tenía medio millón de dólares sólo en ordenadores y 100.000 dólares en cableado. Cuando lo desenmascaré en mi programa de radio recibí un SMS en mi teléfono ocho segundos después en el que me decía ‘te estoy oyendo desde Nueva York’.
Nikky Schiller es una de ellas. Esta artista multidisciplinar madrileña –excoordinadora de Audiovisual del 15-M y coordinadora del canal Global Revolution– aterrizó en Nueva York los últimos días de agosto para colaborar en la logística del movimiento. “Los españoles realizamos una gran labor de organización y estructura, a través de la experiencia adquirida o la divulgación del texto Roll Up: Cómo cocinar una Revolución Pacífica”.
“Este proyecto se inició oficialmente con el comienzo de la ocupación de Nueva York, aunque las versiones similares de este proyecto se han hecho en el pasado para otras acciones y revueltas”, dice Teichberg. “La gente piensa de Occupy Wall Street como una revolución americana. Tiene sus raíces, sin embargo, en la primavera árabe. Obviamente se ha inspirado un montón de cosas. Y tiene raíces directas en la revolución española.”
Me pasó que llegué allí justo antes de que empezara. Llegué a España tres semanas antes del inicio de la revolución española, así que tuve la oportunidad de participar en todo el proceso desde el principio.
Para mí, la transformación filosófica fue básicamente toda la filosofía de la globalización que estaba siendo empujada en la década de mediados de los 90, que en última instancia haría igualar al mundo, resultó ser defectuosa debido a la eficiacia de las multinacionales. Hacia finales de los 90, quiero decir, creo que mucha gente llegó a la misma conclusión: la globalización en realidad estaba haciendo más daño que bien, y había más desigualdad en el mundo. Y por finales de los 90 ‘, fue muy, muy claro que ese era el caso. Y ahí es más o menos cuando empecé a cambiar de ser un defensor de este enfoque a lo Ayn Rand a mirar al mundo.
Global Revolution le ofrece una cobertura de video stream en directo de los periodistas independientes sobre el terreno de las protestas no violentas en todo el mundo.
Consiguió escapar de su destino y se instaló en Austria. Allí estudió y, con apenas 20 años, emigró a Japóndonde montó una empresa de investigación de mercados. Ahorró y se mudó a Canadá, donde editó una decena de publicaciones hasta que, en 1989, fundó AdBusters, una revista que se ha convertido en la biblia de la contracultura.
La sinceridad es cuantificable. La posibilidad de lograr la liberación financiera, por muy improbable que esta sea, resulta embriagadora. Igualmente, si un movimiento tiene vigencia, sinceridad, honestidad y promete una verdadera liberación, la gente acudirá. Plaza Tahrir. Londres. Siria. Los disturbios de la Copa Stanley en Vancouver. Todos ellos sinceros, independientemente de la causa que les dio origen.
Pussy Riot mantiene conexiones abiertas a la patrocinada por el gobierno estadounidense National Endowment for Democracy. Por ejemplo, Oksana Chelysheva, una de sus principales líderes, es también “Directora Ejecutiva Adjunta” de la Sociedad de Amistad Ruso- Chechena, una extraña ONG pro-extremista que está financiada por la NED. Chelysheva también tiene otros extensos lazos con gobierno de Estados Unidos a través de sus funciones de liderazgo en otros proyectos de la NED que son profusamente financiados por George Soros, como el Foro Cívico entre Finlandia y Rusia y el Foro de la Sociedad Civil UE-Rusia.
Con ello se hacía evidente que este grupo de música no era sino un agente provocador a las órdenes de Washington desde el primer momento, como revela el hecho de que el Departamento de Estado estadounidense financiase su primer single producido fuera de Rusia, el cual fue producido en 2015 y ampliamente publicitado y difundido por el periódico pro- globalista The Guardian.
Pero lo que no tiene ni pies ni cabeza es el inusitado apoyo que la página oficial del movimeinto OWS (http://occupywallstreet.net) brinda a este grupo, al que se le dedican toda clase de entrevistas, reportajes y campañas… Y es que hace falta estar muy “zombificado” por la propaganda occidental para no darse cuenta de a qué intereses sirven estas agentes del sistema disfrazadas de “transgresoras”.
El 22 de octubre de 2012 una web rusa publicó esta foto de Anna Hutsol, una de las fundadoras de Femen en 2008, sosteniendo una pancarta del Українська Народна Партія (УНП), un pequeño partido nacionalista ucraniano.
Para hacernos una idea de por dónde van las miras ideológicas de ese partido, aquí tenemos una concentración de sus miembros exigiendo el ingreso de Ucrania en la OTAN:
En este video podemos ver al propio Rinat participando en la marcha junto a activistas que no esconden su simbología nazi:
Sobran los comentarios…
Femen manifestándose junto a grupos paramilitares y neonazis
Hutsol no es la única activista de Femen que ha apoyado públicamente al УНП. En esta otra foto, tomada en junio de 2011 y publicada por el periodista francés Olivier Pechter, vemos a más activistas de Femen con una bandera bielorrusa junto a miembros del УНП (con banderas azules) y del grupo ultranacionalista y paramilitar УНА-УНСО (con una bandera roja):
Cuando digo que УНА-УНСО es un grupo “paramilitar” no lo digo en sentido figurado. Aquí dos muestras de lo que entienden en ese grupo por “manifestaciones”:
Pechter también publicó otras dos fotos muy significativas de esa concentración en la que participaron las Femen junto a nacionalistas ucranianos. En ésta podemos ver a una activista de Femen sujetando una pancarta de “Свобода”, otro partido ultranacionalista y antisemita ucraniano:
El “Свобода” fue fundado en 1991 como “Соціал-національна партія України” (Partido Social-Nacional de Ucrania).Tuvo este emblema como primer símbolo, una imitación del “Wolfsangel” usado por los nazis:
Haciendo buenas migas con un violento skin head
En la citada concentración de junio de 2011, justo detrás de las Femen, vemos a un cabeza rapada:
No es otro que el neonazi Edouard Iholnikov, jefe de las juventudes de “Свобода” en Kiev, según Pechter. Aquí le vemos en junio de 2010 junto a otra dirigente de Femen, Sasha Shevchenko:
Y aquí podemos ver dos fotos tomadas el 9 de mayo de 2011 (un mes antes de la citada concentración de las Femen junto a grupos nacionalistas), publicadas por el blog ruso Essauty, en las que vemos a Iholnikov reventando un acto en recuerdo de la victoria sobre el nazismo, pateando a una persona en el suelo y lanzando una piedrajunto a otros ultranacionalistas ucranianos:
O por ejemplo aquí, participando en marchas fascistas y haciendo el saludo hitleriano:
–Tras nuestra visita a Belgrado representantes de OTPOR varias veces viajaron a Georgia. Durante la segunda visita, a las afueras de Tbilisi se organizó una escuela de verano a la que asistían unos setecientos activistas.
“Junto con un grupo de otros líderes estudiantiles serbios, Marovic formó el movimiento OTPOR (” Resistencia “) nacido en 1998. OTPOR utilizó la protesta popular y la provocación pacífica para conseguir el apoyo de las fuerzas anti-Milosevic en el período 1999-2000. Aunque OTPOR comenzó movilizando a los jóvenes, pronto se expandió en un movimiento de masas con los miembros de todos los sectores de la sociedad. Como uno de los líderes más visibles de OTPOR, Marovic representaba mejor a la juventud común de Serbia y organizó mítines y marchas en el período previo a las elecciones de septiembre de 2000 que derrocaron al régimen de Milosevic.Después de 2000, OTPOR se centró en la construcción de la sociedad democrática en Serbia y la corrupción de la oposición. OTPOR se ha convertido en un modelo para los movimientos de resistencia en otros países, como Georgia, Ucrania, Bielorrusia y Albania “.
“Parece que la gente simplemente salió la calle. Pero este es el resultado de meses o años de preparación.Hay que hacer un largo y tedioso camino hasta llegar a un punto determinado, donde se pueden organizar grandes manifestaciones o huelgas. Si se planifica cuidadosamente, para el momento en que comienzan, todo habrá terminado en cuestión de semanas”. (Citado en Tina Rosenberg, Revolución T, Política Exterior 16 de febrero de 2011)
“Después de contar sus historias deben estar expresando el hecho de que ellos (se refiere a los manifestantes de Occupy) perdonan a la policía y esperan que (la policía) se unirán a nosotros. El cántico “los policías son trabajadores también, estamos luchando por ustedes también” viene a la mente. Ivan de Otpor nos dijo que necesitamos un evento que les resulte contradictorio para expresar a los hombres de azul que están apoyando el lado equivocado, y demostrar que las personas que dan las órdenes no son sus amigos. Una muestra de perdón que muestre que estamos de su lado podría ayudar a conseguir esto”.