«Incertidumbre internacional en el 2025». Resumen de la presentación
Existen varios niveles de indeterminación en el orden mundial moderno:
1) La incertidumbre frente a la transición de un mundo unipolar a un mundo multipolar. ¿Resulta imposible decir inequívocamente si ya entramos en la multipolaridad o todavía estamos en la unipolaridad? El noch nicht de Heidegger como problema filosófico es bastante complicado. La multipolaridad está en auge y la unipolaridad en declive, pero su agonía puede ser peligrosa. Los últimos ataques desesperados de los globalistas, algunos de ellos exitosos, contra Rusia en Ucrania, Georgia, Moldavia, Rumanía y Siria demuestran que la unipolaridad no ha desaparecido por completo. El dragón del globalismo se encuentra herido de muerte, pero sigue vivo. La bipolaridad de las Relaciones Internacionales conceptualizada por Waltz vuelve a ponerse en juego, pues él creía que China era el segundo polo del mundo después del colapso de la URSS. La unipolaridad fue conceptualizada por Gilpin. La multipolaridad fue esbozada por Huntington y Fabio Petito.
2) La segunda incertidumbre es la ambigua descripción teórica de la multipolaridad. ¿Qué es un polo? ¿Es un Estado soberano (como en el sistema westfaliano y en el realismo clásico)? ¿O es una civilización? Pero entonces, ¿cuál es el estatus político de tal concepto cultural-religioso? La mejor respuesta fue dada por Chang Weiwei, un experto chino del Ministerio de Defensa que introdujo el concepto de Estado-Civilización. El Presidente Putin y el Ministro de Asuntos Exteriores ruso Lavrov utilizan este mismo concepto. El Estado-Civilización es una civilización (con un sistema desarrollado de valores tradicionales y una fuerte identidad) organizada como un superestado donde se agrupan toda una constelación de pueblos y Estados que comparten un paradigma civilizatorio común. Pero hoy en día todo el mundo entiende por «polo» o «centro» (en el caso de la policentricidad) cosas diferentes: Estados (grandes e independientes), civilizaciones (políticamente no integradas) y Estados-Civilizaciones propiamente dichos. Hoy en día existen 4 Estados-Civilización independientes:
- Occidente colectivo (OTAN-tierra),
- Rusia,
- China
- E India.
Existen más civilizaciones como la islámica, la africana y la latinoamericana fuera de las 4 anteriormente enumeradas. Sólo falta que estos últimos se integren en superestados. Al mismo tiempo, Occidente puede dividirse en Norteamérica y Europa. Existe también la posibilidad de que nazca una civilización budista. A esta incertidumbre conceptual y a la apertura real del proceso de transformación de las civilizaciones y los Estados en Estados-Civilizaciones, se añade el problema de las fronteras. Este es el problema más acuciante de la construcción de la Teoría del Mundo Multipolar. Una frontera es una zona de superposición entre dos o más civilizaciones con presencia o ausencia de Estados soberanos de pequeña escala. Las fronteras forman parte de esta segunda incertidumbre.
3) La tercera incertidumbre es Trump y su estrategia. Trump no está dispuesto a aceptar la multipolaridad y es partidario de la hegemonía estadounidense. Pero lo ve de forma radicalmente distinta a los globalistas que han estado en el poder en EEUU durante las últimas décadas (ya sean demócratas o republicanos). Los globalistas identifican el dominio militar y político, la superioridad económica y la ideología liberal basada en la imposición de valores antitradicionales a todo el mundo (incluido EEUU) como su verdadero objetivo. Entienden por hegemonía la hegemonía no de un país, sino de un sistema ideológico liberal internacional. Trump está convencido de que son los intereses nacionales de Estados Unidos los que deben estar en el centro de atención y que esto debe basarse en los valores tradicionales estadounidenses. En otras palabras, estamos ante una hegemonía conservadora de derechas, ideológicamente opuesta a la liberal de izquierdas de Clinton, el neocon Bush Jr, Obama y Biden. ¿A qué conducirá el trumpismo en las Relaciones Internacionales? Es imposible decirlo todavía. Objetivamente puede ayudar a acelerar la multipolaridad, pero también puede ralentizarla.
En el 2025 nos enfrentaremos a estas tres incertidumbres simultáneamente. Por lo tanto, vale la pena dar al término «incertidumbre» el estatus de un concepto independiente y multivalente que es en muchos aspectos clave para la correcta comprensión de los procesos mundiales.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera