IIIGM: el escenario balcánico para una guerra entre Turquía y la UE
El fin de la guerra contra el ISIS
El ISIS, que fue creado artificialmente para redibujar las fronteras de Oriente Medio, está a punto de ser derrotado en Irak y Siria por las operaciones militares en curso en Mosul y Raqqa, el centro del ISIS. Después del fin del ISIS, puede haber una especie de ruptura temporal en los enfrentamientos militares en el Medio Oriente. Gracias a la intervención militar de Rusia en apoyo del gobierno sirio y a la participación militar de Turquía, con el consentimiento no declarado de Rusia, para impedir un corredor kurdo liderado por las YPG [Yekîneyên Parastina Gel: Unidades de Prtección Popular, en kurdo, N.dT.] en el norte de Siria y para luchar contra ISIS, el objetivo estadounidense de la disolución de la unidad territorial de Siria ha fracasado.
Estados Unidos tendrá dos opciones: o bien profundizar sus esfuerzos para provocar nuevos enfrentamientos entre Turquía e Irak, Turquía e Irán, o Turquía y Siria (gracias a Dios, los planes de EE.UU. para iniciar una guerra entre Rusia y Turquía ya fracasaron), o cambiar el foco hacia otra parte de Eurasia para propagar la inestabilidad e incitar enfrentamientos entre los actores regionales de Eurasia.
Estados Unidos tal vez seleccione la segunda opción gracias al equilibrio y la mediación de los esfuerzos rusos por evitar cualquier choque directo entre los países del Medio Oriente. Los Balcanes pueden ser el candidato más apropiado para los Estados Unidos debido a su estructura geopolítica, conflictos históricos y diversidad étnica y religiosa. La palabra "Balcanes" es una palabra turca que significa montañas escarpadas y boscosas. Por otro lado "Bal" significa miel y "Kan" significa sangre en turco. Por lo tanto, la paz y el conflicto siempre han coexistido en los Balcanes, como señala el nombre de la península.
Una visión general de la geopolítica en los Balcanes
Situados en el este de Europa, los Balcanes están habitados por naciones principalmente eslavas y ortodoxas. Con 19 millones de habitantes, Rumania es el país más poblado de la región, pero los otros países son todos de menos de 10 millones y se diversifican en pequeños países y etnias. En el oeste los alemanes, en el norte los rusos, y en el este los turcos, rodean la península como grandes naciones.
La historia reciente de los Balcanes también confirma la verdad geopolítica de que los actores potenciales que pueden chocar o cooperar en la próxima crisis son los alemanes (la Unión Europea), los rusos y los turcos. Después de seis siglos de dominio otomano, las naciones balcánicas se convirtieron en países separados. Entonces, la Alemania nazi invadió toda la península. Después de la Segunda Guerra Mundial, con excepción de Grecia, todos los países balcánicos estuvieron bajo la influencia de la URSS o del comunismo. Después del colapso del telón de acero, ya sea uniéndose a la UE o a la OTAN, la mayoría de los países balcánicos cayó bajo la influencia de la UE y EE.UU.
Grecia, Rumania, Bulgaria, Croacia y Eslovenia son miembros de la UE; Turquía, Albania, Serbia, Montenegro, Macedonia y Bosnia-Herzegovina son candidatos a ingresar. Por otra parte, Turquía, Grecia, Rumania, Bulgaria, Albania, Croacia y Eslovenia ya son miembros de la OTAN, mientras que Montenegro, Macedonia y Bosnia-Herzegovina son candidatos a ser miembros de la OTAN. Por lo tanto, a primera vista, la situación política actual en la región podría parecer muy unida y estable. Todos los países son miembros de la OTAN y la UE o candidatos a serlo. Pero como se explica a continuación, la realidad sobre el terreno es muy diferente de lo que parece, y los países orientados hacia la UE y los Estados Unidos pueden ir a la guerra entre sí.
Diversidad étnica y problemas de religión y de minorías
Los EE.UU. siempre utilizan las diferencias étnicas y religiosas como una herramienta para provocar inestabilidad. Desafortunadamente, la etnicidad y la religión son de una complejidad muy sofisticada en los Balcanes. Los búlgaros y todas las naciones ex-yugoslavas (serbios, montenegrinos, croatas, eslovenos, bosnios y macedonios) son eslavos, mientras que los rumanos, los griegos y los albaneses tienen distintas nacionalidades. Los rumanos son de origen latino, los griegos tienen raíces helénicas, y los albaneses tienen vínculos genéticos con los italianos. Los búlgaros, los serbios, los montenegrinos, los macedonios, los rumanos y los griegos son ortodoxos, mientras que los croatas y los eslovenos son católicos. Los bosnios y dos tercios de los albaneses son musulmanes, el resto es ortodoxo.
Aunque todas las naciones de los Balcanes tienen estados independientes, casi todos los países tienen problemas de minorías internas. Los húngaros que viven en el oeste (Transilvania) de Rumanía, constituyen el 7% (1,4 millones) de la población rumana. Bulgaria también tiene una minoría musulmana-turca del 10% (900.000). En Grecia, hay 250.000 macedonios, 370.000 albaneses y 200.000 turcos musulmanes. Los albaneses, con una población de 500.000, constituyen el 25% de la población de Macedonia, y 1,8 millones de albaneses viven en Kosovo. La población de Montenegro consiste en un 45% de montenegrinos, un 29% de serbios, un 12% de bosnios y un 5% de albaneses. 250.000 húngaros viven en Serbia. Bosnia-Herzegovina es una floja confederación bosnia, croata y serbia. En el lado bosnio-croata, el 70% de la población es bosnia y el resto es croata, mientras que en el lado serbio el 80% es serbio y el resto es bosnio.
Lazos históricos, religiosos y étnicos con Turquía y Rusia
Cuando las naciones balcánicas lograron su independencia del Imperio Otomano, a partir de finales del siglo XIX y hasta 1989, muchos turcos, albaneses musulmanes, y bosnios emigraron a Turquía. Actualmente, 12 millones de personas de origen balcánico viven en Turquía. Entre los inmigrantes, 7 millones son de origen turco que emigraron de Bulgaria, Grecia, Albania, Macedonia, Kosovo y Bosnia. Aunque 2,2 millones de bosnios viven en Bosnia-Herzegovina, 2 millones de bosnios también viven en Turquía como una especie de segunda patria. Además, 3,2 millones de albaneses viven en Albania, mientras que como en una segunda patria, 2 millones de albaneses viven en Turquía. Por lo tanto, en Turquía, la comunidad de origen balcánico tiene un fuerte lobby, y es muy influyente en el gobierno y en los circuitos empresariales. Por otra parte, la mayor parte de ellos todavía tiene fuertes lazos con sus parientes en los Balcanes.
Por otro lado, las naciones eslavas tienen vínculos históricos, religiosos y étnicos con Rusia. Además de rumanos, griegos y albaneses, el resto de las naciones balcánicas son de origen eslavo. Por otro lado, aparte de croatas, eslovenos, albaneses y bosnios, los demás son de creencia ortodoxa. Durante la lucha de independencia de estos pueblos, Rusia dio un fuerte apoyo y llegó a representar a un hermano mayor.
El creciente potencial de Turquía para superar a los Balcanes
En comparación con Turquía, las poblaciones de los países balcánicos están disminuyendo dramáticamente. No sólo las bajas tasas de fecundidad, sino también la migración hacia los países desarrollados de la UE, han provocado que la población disminuya. En 1990, la población de Turquía (53 millones) era el 75% de todos los países balcánicos, mientras que la actual población de Turquía (80 millones) supera a todas las naciones balcánicas combinadas (63 millones), y ha alcanzado el 125% de toda la población de los balcanes. Las tasas de crecimiento económico también están a favor de Turquía. En 2000, el PIB de Turquía era el 107% del de todos los Balcanes, y actualmente la cifra ha alcanzado el 123%, y esto a pesar del hecho de que los países balcánicos miembros de la UE atraen inversiones directas y fondos de la UE para reestructurar las economías nacionales. Para las tres principales economías de los Balcanes (Grecia, Rumanía y Bulgaria), Turquía es un importante destino de exportación.
Deterioro de las relaciones entre Turquía y la UE
Turquía tiene agrias relaciones con la UE. Aunque Turquía eligió la occidentalización como un tipo de modernización en su fundación en 1923, y ha sido miembro de la OTAN desde 1952, su solicitud para la plena adhesión a la UE sigue en espera. En los últimos años, el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha hecho frente a una campaña de oposición por parte de los medios occidentales. Se le acusa de ser un dictador a pesar de haber ganado 11 elecciones democráticas en 14 años, incluidas municipales, parlamentarias y presidenciales.
Además, aun cuando el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) está declarado como una organización terrorista por la UE, su obvio apoyo a los separatistas kurdos en Turquía aumenta los sentimientos anti-UE entre los turcos. El PKK difunde sus puntos de vista, organiza manifestaciones y recibe recursos financieros en Europa. La reciente detención del líder y de diez parlamentarios del partido político afiliado al PKK, HDP [Halkların Demokratik Partisi: Partido Democrático de los Pueblos, en kurdo, N.d.T.], puede deteriorar las relaciones UE-Turquía de forma irreparable.
Por otra parte, nueve columnistas y directivos del diario pro-occidental Cumhuriyet también fueron detenidos la semana pasada bajo acusaciones de cooperar con la organización terrorista Feto [Fetullahçı Terör Örgütü, Organización de Terror Gulenista, nombre dado por el gobierno tuyrco, N.d.T.] un intermediario de Estados Unidos que intentó el golpe de Estado del 15 de julio en Turquía. El editor del periódico, Can Dündar, ha huido a Alemania y recibe el apoyo de Alemania.
Los representantes de la UE y el ministro de Exteriores de Luxemburgo han anunciado su preocupación por las recientes detenciones e incluso han propuesto imponer sanciones económicas como las que tienen contra Rusia, argumentando que el 60% de la inversión extranjera en Turquía es de origen europeo. El primer ministro italiano dijo que Turquía no puede ser miembro de la UE en estas circunstancias. Además, las calificadoras de riesgo occidentales Moody's y Standard & Poor's, bajaron la calificación de Turquía después del golpe de Estado, afirmando que la inestabilidad política está en aumento.
Por otra parte, el presidente turco Erdoğan acusa a la UE de apoyar el terrorismo en Turquía y Oriente Medio (PKK, FETO e ISIS), tratando de dividir a Turquía apoyando a los separatistas kurdos, intentando derrocar al gobierno y al presidente democráticamente elegidos, y difundiendo la islamofobia y la turcofobia. Ha declarado que la actitud de la UE es similar a la segunda fase de la Primera Guerra Mundial, cuando Turquía, Siria e Irak fueron divididas sobre bases étnicas y sectarias.
El Turkish Stream
Alemania, Turquía e Italia son los tres principales importadores de gas natural ruso. El proyecto South Stream fue cancelado debido al bloqueo de la UE hace dos años. El nuevo oleoducto turco para transportar el gas natural ruso directamente a Turquía, sin pasar por Ucrania, refuerza la cooperación ruso-turca y la posición de ambos contra la UE, a pesar de la oposición de Estados Unidos. La posible extensión del Turkish Stream de Grecia a Alemania e Italia a través de los Balcanes, podría proporcionar una ventaja estratégica a Turquía y Rusia. Por lo tanto, mientras que Rusia y Turquía quieren estabilidad para garantizar la ruta del gasoducto, Estados Unidos podría provocar inestabilidad y enfrentamientos en los Balcanes con el fin de evitar la creciente posición de Rusia y bloquear la posible extensión del oleoducto turco.
Rusia y el nuevo enfoque militar de Turquía
Rusia, viendo la política de cerco de los EE.UU., ha comenzado a utilizar el poder duro como una estrategia "preventiva", como se ve en Georgia y Ucrania. La intervención militar de Rusia en Siria es una estrategia de "adopción de políticas" y una clara propuesta a los actores regionales para cooperar contra los Estados Unidos. Por otro lado, Turquía, como Rusia, ha comenzado a utilizar el poder duro, como en Siria y en cierta medida en Irak. Turquía cosechó los frutos del uso del poder duro a través de la alianza turco-rusa en Siria. Por lo tanto, para romper el cerco, Turquía, sabiendo que Rusia puede ofrecer apoyo contra EE.UU., estaría mucho más ansiosa de intervenir militarmente en cualquier conflicto en los Balcanes.
Conflictos potenciales
La primera agitación potencial podría ser en Bosnia-Herzegovina. Compuesta por las repúblicas bosnio-croatas y serbias, y como una débil confederación fundada tras el Acuerdo de Paz de Dayton, el futuro de Bosnia depende principalmente del apoyo de la UE. Cualquier cambio en la política serbia lejos del enfoque pro-UE podría motivar a la parte serbia a luchar por la independencia. No cabe duda de que un movimiento anti-UE en Serbia afectaría también a Montenegro, que tiene una considerable población serbia. Pero la disputa bosnio-serbio-croata está lejos de incitar a enfrentamientos militares debido a la creación artificial de la confederación y a la falta de un ejército bosnio.
Otro problema es el planteado por los albaneses. El deseo de establecer la "Gran Albania" tiene raíces históricas entre los albaneses. Los intentos de unir a Albania, Kosovo y las zonas pobladas por albaneses de Macedonia podrían llevar directamente a Macedonia, Grecia y Serbia a un conflicto. Por otra parte, Bulgaria no guardará silencio si Macedonia cae en disturbios. Vale la pena recordar que Macedonia fue la causa de la Segunda Guerra de los Balcanes. La base militar estadounidense en Kosovo puede ser el centro para la provocación estadounidense de los albaneses en la región. Por otra parte, los lazos islámicos radicales que datan de la guerra civil yugoslava y el levantamiento de Kosovo, son un punto de partida perfecto para que los EE.UU. exploten la situación con el uso de ataques terroristas.
Además, Turquía tiene incontables disputas con Grecia. La cuestión de Chipre, la minoría turca en Tracia occidental y las 12 islas, y las disputas de la milla marítima en el Mar Egeo, son conflictos alarmantes que podrían provocar un enfrentamiento militar entre Turquía y Grecia. Cuando aumentaron las presiones de Estados Unidos y de la UE sobre Turquía, Erdoğan puso los conflictos existentes con Grecia en la agenda, y declaró claramente que si los EE.UU. y la UE tratan de redibujar las fronteras en Oriente Medio, entonces Turquía se dirigirá a los Balcanes y cuestionará las fronteras con Grecia, y utilizará el poder duro para resolver las disputas si es necesario. Por lo tanto, si Grecia interviene militarmente en cualquier choque que surja de los albaneses, Turquía no se quedará callada.
Conclusiones
Turquía y Rusia se enfrentan a ataques políticos, militares y económicos de Estados Unidos y de la UE. Ambos países son considerados como dos grandes obstáculos que impiden la dominación de Occidente en Eurasia. El golpe de estado respaldado por Estados Unidos en Turquía, el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido en Ucrania, la intervención militar de Rusia y Turquía en Siria, y la alianza militar de Turquía con Rusia en Siria, han cambiado las actitudes de Turquía y Rusia de utilizar el poder blando a usar el poder duro, de las estrategias defensivas a las preventivas. Con el fin de establecer un nuevo enfrentamiento entre Rusia y Turquía mediante la explotación de las contradicciones étnicas y religiosas y evitar la extensión del oleoducto Turkish Stream a Europa con el fin de bloquear a Rusia, los Balcanes son una región muy adecuada para los EE.UU. Por otra parte, como se ha visto en el caso de Ucrania, provocar disturbios en los Balcanes atrayendo la intervención militar turca y/o rusa es una justificación muy conveniente para aumentar la presencia militar y el dominio político de los Estados Unidos en Europa. Los deseos de unificación de los albaneses o las disputas fronterizas Turquía-Grecia son las herramientas más atractivas para desencadenar disturbios en los Balcanes. Si Turquía, como en Siria, puede cooperar con Rusia para preservar la estabilidad y la paz en los Balcanes, entonces los resultados de las incitaciones de los Estados Unidos no serán los previstos. Turquía y Rusia no sólo podrían romper el cerco de Estados Unidos, sino que casi todos los Balcanes podrían consolidarse en un gran bloque eurasiático.