Hybris, la palabra clave de la política estadounidense
Palabra del día: ὕβρις (Hybris) es una categoría negativa de la cultura griega clásica. La palabra significa falta de medida, arrogancia, embriaguez de poder, excesiva confianza en sí mismo.
En el realismo clásico de Hans Morgenthau, basado en gran medida en la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, la categoría ὕβρις tiene un significado especial. Los realistas, que proponen una vuelta a los orígenes (es decir, a los griegos) frente a los neorrealistas, con los que los conceptos de "equilibrio de poder", "potencia" y "anarquía internacional" adquieren rasgos mecánicos, le prestan una atención fundamental.
En esta interpretación, es la ὕβρις la causa de la decadencia y las derrotas de Atenas. La ausencia de la virtud del autocontrol conduce al declive del poder hegemónico. Sólo el autocontrol, una medida, hace posible un gobierno eficaz. De lo contrario, un desastre.
"La arrogancia de la tragedia griega y shakesperiana, la falta de moderación de Alejandro, Napoleón y Hitler son ejemplos de situaciones extremas y excepcionales", señaló Morgenthau.
El éxito y el poder provocan ὕβρις', hacen que los dirigentes de los Estados, y por tanto los propios Estados, sobrestimen su capacidad para controlar los acontecimientos, lo que, como en las tragedias griegas, conduce al desastre. Los griegos consideraban la ὕβρις' como la propiedad principal del principio titánico, que se manifiesta en el hombre y conduce a la peripeteia -la desaparición de la fortuna-, seguida de la némesis -el castigo divino-.
No sólo el equilibrio de poder, sino también el orden, la ley, el "nomos" mantienen estables las relaciones entre los Estados. Nomos requiere medida. La falta de medida y la arrogancia conducen a la anomia, que no puede superarse salvo mediante la creación de un nuevo orden. La tragedia griega se convierte en un paradigma para entender las relaciones internacionales.
En nuestra historia, la "arrogancia" de la única superpotencia, la violación de las normas escritas y no escritas del derecho internacional (nomos) la han abolido de facto, la falta de moderación al reclamar el control de cada vez más territorios e imponer sus propias actitudes civilizadoras ha provocado una reacción violenta por parte de Rusia y quizás en el futuro de China. El conflicto ucraniano es una consecuencia del declive del poder desenfrenado de EEUU, provocado por el propio poder. Pero la dimensión trágica abre la perspectiva de la purificación si el nuevo poder se basa en la ley sagrada, trayendo consigo el orden y la justicia. Como en la Antígona de Sófocles, el nuevo orden nace en la tragedia, cuando el intento de mantener la supuesta "legalidad" es titánico y tiránico ὕβρις .
Sin embargo, se puede seguir razonando en esta dirección. Un comienzo titánico se caracteriza no sólo por el exceso, sino también por la deficiencia, por no seguir adelante, por abandonar los límites finales. Lo importante no es ser titanes en pensamiento y acción. La incertidumbre de los límites, la vaguedad de la imagen es una característica de estos poderes El orden requiere claridad, comprensión, claridad de propósito y claridad de visión, literalmente "teoría".