Geopolítica de Athos
Lo primero que se asocia con la palabra Athos es un lugar sagrado. En todas las religiones hay lugares venerados y son especialmente asociados con el culto de los antepasados, las fuerzas del poder y la gracia, la teofanía (encarnación de la deidad), así como con la organización del espacio espiritual especial. En contraste con los antiguos lugares politeístas y monoteístas incluso, la península de Athos desde los tiempos antiguos es asociada sólo con el componente espiritual. Pero no es solamente el espacio, sino también el tiempo, ya que a través de muchos siglos la península continúa fluyendo en la época bizantina tanto en un sentido literal como figurado. En el Monte Athos solamente se utiliza el calendario juliano (tal como se utiliza en el ciclo litúrgico de las iglesias ortodoxas rusas y serbias).
Las leyendas de la era precristiana
En el año 492 a.C., durante las guerras Médicas que comenzó el rey Jerjes, la península de Athos se convirtió en dependiente de Persia. Según la leyenda, cuando hubo una mayor expansión de los persas, uno de los comandantes de Jerjes, Mardonio no se atrevió a llevar a su escuadra militar al sur de cabo Athos, entonces se decidió a excavar el istmo en la zona de Acanto. Esto permitió a los persas dividir aún más sus fuerzas: algunas de las tropas se movieron hacia Macedonia Egea, y otras se fueron a través del mar a lo largo de Calcídica. De este modo los persas invadieron Tesalia y luego se desplazaron hacia Ática, donde estaba el camino hasta Atenas.
Más tarde, cuando Alejandro Magno fue inspirado por el ejemplo persa y construyó un imperio, su arquitecto Dinócrates propuso hacer una estatua del Monte Athos. Aparentemente, la obra debería tener la imagen del mismo Alejandro. Se supone que la estatua por un lado mantenía en la mano la ciudad, y en la otra, una copa de la cual, el agua recogida de los manantiales de montaña, se vertía en el mar. A Alejandro le gustaba la idea, pero se negó a ponerla en práctica. Mientras, Dinócrates puso en marcha otro proyecto: la construcción de la ciudad de Alejandría, en la costa Mediterránea, que se convirtió en la capital del breve imperio de Alejandro Magno.
Así, Athos se convirtió en un vínculo simbólico entre la cultura griega y la filosofía, por un lado, y la tradición imperial de Persia, por el otro.
El establecimiento del cristianismo y el monaquismo en el Monte Athos
Athos era una parte poco poblada de Calcídica. En el 49 d.C., a causa de una tormenta, el barco en el que navegaban la Virgen y San Juan Evangelista encalló en la península en el punto en que ahora está monasterio de Iviron. Nuestra Señora pidió a Dios este lugar como su destino y recibió la siguiente respuesta: "Que este lugar será su herencia y su paraíso y su jardín y el lugar de rescate para aquellos quienes quieran la salvación."
En 676 d.C., el emperador Constantino Pogonato traspaso la península entera a la propiedad eterna de los monjes que habitaban en ella. El Monte Athos se convirtió en una república verdaderamente monástica después del concilio Quinisexto de Constantinopla en el 692 d.C., donde se establecieron las reglas para los monjes del desierto, dado que en ese momento, en parte debido a la invasión musulmana, había muchos monjes que peregrinaban en gran masa hacia el Monte Athos.
En el 883 d.C., el emperador Basilio el Macedonio aprobó el Athos como un excepcional lugar de los monjes. Desde entonces, la península se convirtió en el estado de los hombres (esto incluye a los animales también: la existencia las hembras de cualquier animal está prohibida en el Monte Athos), un lugar donde los hombres sólo pueden morir, pero no nacer. Este simbolismo importante de la vertical de energía solar sigue siendo la consigna de Monte Athos, que no se pronuncia, pero se supone: "La ortodoxia y la muerte" (que no debe confundirse con el famoso lema "Ortodoxia o Muerte"). En el sentido de que Cristo mismo con su "Muerte a la muerte pisó", los monjes del Monte Athos se asemejan a los ángeles en su actividad espiritual y superan su segunda muerte.
Las ideas monásticas del Monte Athos han penetrado otros países y regiones, aunque se conocen otras corrientes: el monaquismo egipcio del desierto y la tradición de los estilitas sirios. El fundador del monasterio de las Cuevas de Kiev, el monje Antonio, fue tonsurado en Athos. Es allí donde Antonio fue instruido por Dios para volver a la tierra rusa. En 1028 regresó a Kiev, donde vivió como un ermitaño en una cueva y, cuando aparecieron sus discípulos, juntos cavaron una nueva cueva donde organizaron las celdas y el templo desde los cuales fue fundado el monasterio de las Cuevas de Kiev.
En 1144, el emperador Alejo Comneno concede privilegios especiales a Athos, y en la carta para el monasterio de Gran Lavra señala que "ahora y siempre llamar a Athos como la Santa Montaña."
El tercer instituto
Desde los primeros siglos los monjes cristianos ya eran una grave fuerza política, como lo demuestran los numerosos incidentes durante los primeros concilios. Las multitudes de monjes podían aparecer en la casa de un obispo o en una reunión, donde se abordaban las cuestiones metafísicas sutiles, y con los palos en sus manos defendían sus puntos de vista. También es importante tener en cuenta que el monje es la tercera institución de la Iglesia. Los sacerdotes pertenecen al instituto de clérigos y los políticos (antiguos emperadores, y ahora los jefes de estado) son legos. Es una sinfonía de los poderes que existían en el imperio bizantino. Los monjes están fuera de la jerarquía, pero la singularidad del Estado Athos radica en el hecho de que son sintetizados por las dos autoridades. A diferencia del estado del Vaticano, a donde cualquier turista puede ir, incluyendo las mujeres, Athos puede ser visitado solamente por los hombres, aunque está abierto al mundo exterior y para los peregrinos de todas las creencias.
Desde su principio, la tradición monástica del Monte Athos prácticamente no se ha interrumpido. Incluso después de la ocupación de Bizancio por los turcos en el siglo XV, el Monte Athos siguió disfrutando de muchos privilegios. Durante la represión, después del levantamiento de los griegos en 1821, los monjes se vieron obligados a asentarse en las islas. Pero el Imperio ruso jugó un papel principal en la terminación de la ocupación turca y el retorno de los bienes monásticos, lo que se refleja en el Tratado de Adrianópolis de 1829.
La condición política
El gobierno autónomo de Athos fue fundado bajo el emperador Juan Tzimisces en el año 927, que en esta ocasión concedió una crisobula (Bula de oro). Los ecos de la primera carta posteriormente fueron confirmados por el Tratado de Lausana en 1923, que estableció la soberanía griega sobre la península.
La actual constitución de la Santa Montaña es la Crisobula Orgánica de la Santa Montaña Athos de 1924, que fue ratificada el 10 de septiembre de 1926 y posee el poder de ley del Estado de Grecia. El estatus especial de la Santa Montaña está consagrado en el artículo 105 de la actual Constitución de Grecia.
Durante las guerras de los Balcanes, el estado de Monte Athos fue impugnado por las diferentes partes.
En la Conferencia de Londres, entre diciembre de 1912 y enero de 1913, Rusia se ofreció a dar a Athos el estatus de "república monástica autónoma" bajo el protectorado de las seis potencias ortodoxas: Rusia, Grecia, Rumania, Bulgaria, Serbia, Montenegro. El proyecto fue rechazado por los monjes griegos.
Athos tiene su propia autoridad legislativa y judicial. Una Asamblea Especial se reúne dos veces al año. El poder ejecutivo es ejercido por el Consejo Santo que está compuesto por los representantes de 20 monasterios.
La autoridad espiritual
Aunque geográficamente Athos pertenece a la República de Grecia, la jurisdicción de la Iglesia es diferente, porque está sujeta al Patriarcado de Constantinopla (desde 1312), que está en la moderna Estambul. Sin embargo, en la península hay varios monasterios y ermitas. La gran mayoría son de los griegos, pero también hay ruso, serbio, búlgaro y georgiano. Sin embargo, éstos hay que entenderlos no en términos étnicos y nacionales, sino como pertenecientes a la Iglesia ortodoxa universal. El etnocentrismo de un ciudadano se borra tan pronto como se recibe la ciudadanía del estado de Monte Athos.
Una matiz muy interesante asociado con la jerarquía espiritual, es el Monasterio de Iviron, que no tiene un superior, ya que se considera como tal a la Virgen misma.
Tal y como corresponde a un estado tener sus propias "embajadas", el monasterio Athos también tiene las suyas, que se encuentran en Grecia, Rusia, Ucrania, Turquía y Francia. La de Francia es de un particular interés, ya que las misas se llevan a cabo bajo las reglas de Athos y en francés.
Aunque en el siglo XX la cantidad de los monjes del Monte Athos se reduce, la influencia de las tradiciones espirituales y culturales del Monte Athos, sigue siendo enorme. No se trata sólo de la herencia bizantina, de las muchas enseñanzas de los Santos Padres (como Hesicasmo San Gregorio Palamas) o de las profecías. Nuevas generaciones de monjes vienen regularmente a la tierra de la montaña sagrada, y la circulación constante de los peregrinos, incluyendo tanto a los clérigos como a los laicos, son testimonios vivos de la virtud cristiana de Athos que alcanza todos los lugares de la tierra.