G-20, Hamburgo: Se incrementa la ruptura transatlántica
Trump sigue en el camino de modificar la política comercial global situando en su radar Alemania/UE.
Dentro de la ecúmene occidental, ve a Alemania y por extensión a la UE como principales competidores e intenta quitarles poder e influencias, revisando términos, condiciones y marcos en acuerdos comerciales.
Continúa con su perspectiva de imponer convenios bilaterales de país a país y no según la modalidad que primaba hasta el momento desde la década de 1990.
Por ello, publicaciones representativas como The Economist y Der Spiegel no cesan en sus opiniones negativas respecto de la visión de Trump.
Si bien Alemania con la figura de Merkel tuvo un crecimiento económico importante en 2016 y sale al mundo a plasmar un liderazgo para afrontar los nuevos desafíos, sigue cuasi dependiendo de las exportaciones, representando estas prácticamente la mitad de su PBI.
EE. UU. es el mayor importador de productos alemanes. En 2015, receptó el 10% de las exportaciones alemanas.
Las economía alemana en general se beneficia por el Euro, afectando esta moneda a otros países de la UE.
Trump, sin autorización del Congreso y por más de 4 meses puede arancelar productos alemanes hasta un 15%.
Si arancela hasta un 35% debe contar con aprobación parlamentaria.
Por consiguiente, Merkel/UE salen a buscar otras áreas como mercados y zonas externas de influencias.
Una de ellas es Latinoamérica.
La parte latinoamericana con presencia en G-20 llega a Hamburgo para redefinir acuerdos con los sectores globalistas con la finalidad subordinante de constituirse en gran perceptora de las inversiones de esos segmentos. Argentina, México y Brasil ven con buenos ojos nuevos convenios con Alemania/UE y con toda la maquinaria globalista.
Los presidentes latinoamericanos van con muchas expectativas y con nerviosismo por la tensión provocada por Proyecto Trump. Considerando la realización de G-20 2018 en la República Argentina, cuyo presidente Mauricio Macri cuenta con respaldo parcial de la rama inglesa de los Rothschild, el capítulo Latinoamérica de los G-20 busca afanosamente ofrecerse como el mercado ideal.
Diego Pappalardo, Consultora Universum.