¿Está Azerbaiyán detrás del movimiento independentista de Nueva Caledonia?

19.05.2024

Por Tahran Oruçoğlu, Bakú, Azerbaiyán

El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, declaró que Azerbaiyán estaba interfiriendo en los asuntos internos de Francia. Señaló que «algunos líderes independentistas (de Nueva Caledonia) han llegado a un acuerdo con Azerbaiyán». Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán afirmó que Bakú nunca había dado ese paso y que no lo daría.

En respuesta a nuestras preguntas sobre el tema, el fundador y redactor jefe del portal de noticias «Musulmans en France», el politólogo Jean-Michel Brun, señaló que Francia no veía con buenos ojos que Bakú organizara un foro para personas que sufren políticas neocolonialistas y viven en condiciones coloniales.

El papel del Grupo de Iniciativa de Bakú

¿Cómo valora la declaración del ministro francés?

Jean-Michel Brun: En primer lugar, el acuerdo en cuestión se firma el 18 de abril de 2024, en el marco del Grupo de Iniciativa de Bakú. Los firmantes son Omayra Naisseline, elegida del grupo independentista UC-FLNKS, que actuó en nombre del presidente del Congreso Rosh Wamytan, y la Asamblea Nacional de Azerbaiyán. Se trataba simplemente de un memorando de cooperación destinado a desarrollar las relaciones entre las dos cámaras, en particular en materia de cultura, educación y política. Nunca un apoyo financiero, por ejemplo. Nada del otro mundo.

Estuve presente en la conferencia del Grupo de Iniciativa de Bakú, que se celebró en Viena el 30 de abril, donde esta vez fue un representante de los separatistas polinesios quien firmó un acuerdo con el Grupo de Iniciativa de Bakú.

Por supuesto, el Grupo de Iniciativa de Bakú ofrece un foro internacional a las personas que viven bajo un régimen colonial o neocolonial. Recordemos que Nueva Caledonia, al igual que la Polinesia Francesa, es uno de los 17 territorios que Naciones Unidas considera que viven bajo un régimen colonial. ¿Debemos considerar que la ONU es culpable de injerencia?

Y además, para un país que apoyó a los separatistas armenios, a pesar de haber firmado una resolución de la ONU que reconocía Karabaj como parte integrante de Azerbaiyán, hablar de injerencia es, cuando menos, de un cinismo inusitado.

Recordemos que lo que encendió la pólvora fue la votación, por el Parlamento francés, de una ley que permitía a los recién llegados participar en las elecciones regionales. Esta decisión pretendía dejar en minoría a los canacos autóctonos, mayoritariamente independentistas. Los canacos habían advertido que no aceptarían tal maniobra.

Estallaron entonces los disturbios y, en lugar de tomar la vía de la negociación, como habían hecho sus predecesores, sobre todo en los años ochenta, Emmanuel Macron decidió recurrir a la fuerza para proteger a los «caldoches», descendientes de los antiguos colonos, que poseen todas las riquezas del archipiélago. Se trata de un enorme error que Francia corre el riesgo de pagar dramáticamente.

«París intenta ocultar su fracaso en Nueva Caledonia culpando a Bakú»

¿Por qué el ministro apuntó a Azerbaiyán?

El ministro del Interior tiene una costumbre: Encontrar culpables en otra parte, para mitigar su propia responsabilidad. En el caso de Nueva Caledonia, Gerald Darmanin eligió como pretexto la creación del Grupo Iniciativa Bakú, que da voz a los pueblos que viven bajo la dominación colonial.

Este ataque contra Azerbaiyán también debe situarse en el contexto de la islamofobia de Estado, que se dirige contra países como Turquía y Azerbaiyán en el extranjero. También debe tenerse en cuenta el apoyo incondicional a Armenia, aunque el gobierno francés se encuentre en una posición insostenible: Desde que los dos países caucásicos iniciaron conversaciones de paz, Francia ya no parece apoyar a Armenia, sino a los separatistas armenios de Karabaj. Acusar a Azerbaiyán de injerencia es una forma de desviar la atención.

«Macron parece no saber exactamente adónde va»

Por desgracia, las relaciones entre Francia y Azerbaiyán no son alentadoras. Francia apoya abiertamente a Armenia. Cómo serán entonces las relaciones con Azerbaiyán?

El problema es que Emmanuel Macron parece no saber exactamente adónde va, aparte de seguir ciegamente las decisiones de sus mentores estadounidenses. No tiene visión, no sigue ninguna línea. No sería sorprendente que, si la política estadounidense cambia con respecto al Cáucaso, Emmanuel Macron dé media vuelta y busque volver a ser amigo de Azerbaiyán, sobre todo porque las consideraciones electorales pueden pasar a un segundo plano.

Hasta ahora, el Gobierno buscaba sobre todo no alienar al poderoso electorado armenio de Francia. Pero el mandato de Macron terminará sin que sea posible su reelección, y las elecciones europeas resultarán en cualquier caso un fiasco para el partido presidencial. La realpolitik puede tener posibilidades de ganar.

Un resumen de esta entrevista se publicó anteriormente en el sitio azerbaiyano Bizim.Media.

Traducción al español para Geopolitika.ru
por el Dr. Enrique Refoyo
Fuente: https://unitedworldint.com