Elecciones presidenciales en Venezuela: Nicolás Maduro gana
El 28 de julio, 70 aniversario del nacimiento de Hugo Chávez, Venezuela celebró elecciones presidenciales. A pesar de todas las artimañas de la oposición, el presidente en funciones, el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela y del Gran Polo Patriótico, Nicolás Maduro Moro, obtuvo la mayoría de los votos.
La oposición estaba inicialmente fragmentada, y la candidata más prooccidental, María Corina Machado, representante de los círculos burgueses, fue excluida de las elecciones por sentencia judicial. Fue sustituida por el diplomático retirado Edmundo González, conocido en Venezuela como el Abuelo, en referencia al demente Biden.
Sin embargo, la oposición ha conseguido movilizarse en la última semana. El último día de campaña se celebró en Caracas una gran concentración opositora, a la que asistieron unas 250.000 personas, aunque la propia oposición hablaba de un millón. Al mismo tiempo, se anunció que las autoridades falsificarían los resultados electorales, y varios países occidentales, principalmente Estados Unidos, dijeron que no reconocerían las elecciones.
Las relaciones con algunos países latinoamericanos -Colombia, Argentina e incluso Brasil- también se han recrudecido, ya que la víspera Nicolás Maduro afirmó que el sistema de votación en Venezuela es mejor (técnicamente se trata de verificación electrónica y participación física, lo que en realidad elimina la posibilidad de fraude electoral).
El proceso de votación en sí fue tranquilo, se garantizó la seguridad en los colegios electorales y la mayoría de los ciudadanos del país votaron tradicionalmente por la mañana. Según los resultados preliminares, Maduro obtuvo más del 50% de los votos.
El horario de votación en Venezuela es de seis de la mañana a seis de la tarde. A las nueve de la noche, sin embargo, aún no se conocían los resultados y había comenzado otra oleada de desinformación por parte de la oposición y los medios de comunicación occidentales. María Corina instó a sus partidarios a acudir a los colegios electorales, y grupos de provocadores empezaron a aparecer en algunos de ellos, incluido el de Caracas.
En respuesta, partidarios de Maduro, así como visitantes extranjeros, marcharon al Palacio de Miraflores para mostrar su firme apoyo a Maduro. La tensión se apoderó de la comisión electoral mientras esperaba el anuncio de los resultados de las elecciones.
Finalmente, pocos minutos después de la medianoche, el jefe de la comisión dijo que el retraso se debía a ataques al sistema de transmisión de datos de los colegios electorales, lo que complicó el recuento de votos.
Nicolás Maduro obtuvo el 51,2% de los votos, mientras que Edmundo González obtuvo el 44,2%. Los demás candidatos sumaron alrededor del 10%. La información se dio a conocer tras el recuento del 80% de los votos. El anuncio fue recibido con júbilo por miles de partidarios de Maduro fuera del palacio presidencial, muchos de los cuales empezaron a bailar. Tras la celebración, la gente empezó a dispersarse hacia las 2 de la madrugada. La situación en Caracas era, en general, tranquila.
Si evaluamos las implicaciones geopolíticas de las elecciones, éstas tienen implicaciones no sólo para Venezuela y América Latina, sino también para el mundo. El rumbo hacia la multipolaridad iniciado por Hugo Chávez hace 25 años continuará. Venezuela seguirá siendo un baluarte de la resistencia al imperialismo bajo el brazo de Estados Unidos. Continuará la cooperación con los demás Estados del eje del bien, como Hugo Chávez llamó a Irán, la RPDC y Rusia. Y en el contexto de la polarización política en EEUU y el declive del transatlanticismo, Caracas se implicará más en proyectos geopolíticos alternativos.
Por su parte, Washington y Bruselas seguramente impondrán nuevas sanciones, pero es improbable que esto detenga a las autoridades bolivarianas en una nueva acción política decisiva.