El suicidio de la UE por negación de la realidad
Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir. La UE, siendo la cadena de frágiles eslabones que es, eventualmente se ha rendido, los ciudadanos holandeses fueron los primeros en votar en contra de la asociación con Ucrania. Por supuesto, los euro-burócratas encontrarán alguna forma de declarar inválido el voto, pueden declarar que alguna ley se ha violado, incluso pueden negociar algún cambio menor debido al acuerdo de asociación, o simplemente pueden decidir ignorar el voto. Pero nada de esto significará una diferencia: la innegable verdad es que los ucranianos no son bienvenidos en la UE, ni como asociados, ni aún menos como miembros. Así es que no habrá UE, ni OTAN, ni “futuro europeo” para Ucrania. El enorme balón de gas caliente que ha estado alimentando la esperanza inocente y detestable del Euromaidan ha explotado, y el proyecto euro-Ucraniano está hecho pedazos y arde como el Hindenburg.
Esté desastre no debería haber sucedido, fue completamente obra humana. En un mundo más saludable, la UE, Rusia y Ucrania podrían haber negociado un acuerdo tripartito que le concediera a la Ucrania el rol que histórica y geográficamente le corresponde: ser el puente entre Rusia y la UE. Pero la UE rechazó categóricamente esta opción. Varias veces, simplemente declarando que “ Ucrania es un estado soberano y Rusia no tiene voz en los asuntos ucranianos”. Rusia se vió obligada a aceptar contra su voluntad este juego de suma cero, y ahora es la UE la que pierde todo, aún cuando esto no es de ninguna forma una victoria para Rusia tampoco. La triste realidad es que todos han perdido. Ahora la UE deberá aceptar la derrota total de su política ucraniana, Rusia se encuentra sola y tiene frente e sí un estado fallido y moribundo al otro lado de su frontera, mientras Ucrania simplemente se desmorona y muere una muerte dolorosa. ¿Aceptarán los euro-burócratas este resultado?
Probablemente no.
Harán lo mismo que siempre han hecho. Van a mentir, banalizar y, lo más importante, van a pretender que no ha sucedido nada. Dirán que el 60% del 30% de una nación pequeña de la UE no podrá decidir por un continente entero. O declararán que en lugar de un anticuado tratado de asociación, la UE le ofrecerá a Ucrania algo mucho mejor, una “amistad de corazón” quizás. O quizás “amor eterno”. O incluso “hermandad continental”. Pero todo esto será en vano porque la gente en Europa está claramente cansada de los ucronazis, hasta sus “amigos polacos” están considerando la construcción de una pared por su cuenta. Para mantener a sus “amigos ucranianos” fuera de Polonia: ¡sientan el amor!
Consecuencia uno: costos financieros.
Pero ya es demasiado tarde para los europeos. Las noticias realmente malas para ellos es que tendrán que pagar la mayoría de los costos de la reconstrucción de Ucrania. Rusia simplemente no puede hacerlo. Su economía es demasiado pequeña, y aún está tratando de recuperar la ley y el orden en Crimea (lo que está resultando ya muy difícil dado que la mafia local está tratando de volver a la forma de operar que tenía bajo el control ucraniano). Aún más, Rusia tendrá que pagar por el Donbass, lo que es bastante obvio, así es que Rusia llegó a su límite.
Los EEUU podrían pagar, pero no lo harán. Aún si Hillary resulta electa (léase, apuntada a dedo por el “estado oscuro” de los EEUU), un programa económico de tal magnitud para ayudar a Ucrania jamás sería aprobado por el Congreso, menos aún cuando los EEUU mismos necesitarían un programa de esta índole para reconstruir su propia infraestructura decrépita y desatendida, y también su economía.
Pero lo más importante, Rusia no tiene los medios para cerrar sus fronteras. La recientemente creada Guardia Nacional Rusa asumirá ahora las responsabilidades de varios ministerios y agencias, incluyendo el Servicio Federal de Inmigración. Rusia ya posee un Servicio de Guardia de Fronteras bastante eficiente, subordinado al Servicio de Seguridad Nacional (ex KGB). Se estima que el Servicio de Guardia de Fronteras actualmente incluye 10 oficinas regionales, 80 unidades de frontera, 950 puestos externos, 400 puestos de control. A diario el Servicio ejecuta 11.000 patrullajes. En total, las labores de protección y preservación de fronteras de la Federación Rusa son ejecutadas por cerca de 200.000 guardias de frontera. Este servicio tiene su propia fuerza aérea, guardia costera, UAV, directorio de inteligencia, unidades armadas e incluso sus propias fuerzas Spetsnatz (unidad de inteligencia que funcionaba en la Unión Soviética especializada en misiones secretas y de contrainsurgencia, n.t.). La realidad es que el Servicio de Guardia de Fronteras de Rusia es mucho más poderoso que muchos ejércitos europeos. Y ahora tendrá todo el poder de la Guardia Nacional para apoyarla. No puede haber equivocaciones aquí, Rusia puede, y de ser necesario cerrará y protegerá sus fronteras.
En cuanto a los EEUU, tienen el mejor sistema de protección de fronteras del planeta, el Océano Pacífico y el Océano Atlántico.
De tal forma que cuando Ucrania se convierta en un hueco negro (el proceso ya está bastante avanzado) los únicos que no podrán protegerse a sí mismos, pero que tendrán los medios para pagar el arreglo de éste lío, serán los europeos. Sí, por supuesto, los EEUU y Rusia también ayudarán, por diferentes razones. Pero la parte gruesa del peso recaerá sobre el contribuidor fiscal europeo. Este será el precio que la UE tendrá que pagar, tarde o temprano, por su arrogancia e incompetencia.
Segunda Consecuencia: la seguridad
También habrá otro precio a pagar, esta vez un precio en seguridad. Todos los bravucones alrededor de la frontera rusa eventualmente despertaron al “oso ruso”. Rusia ahora no sólo ha desplegado su formidable flota de misiles Iskander en Kaliningrado, sino que también ha doblado el tamaño de sus ya formidables Fuerzas Aéreas. Aquí está lo que escribí respecto a esto en diciembre de 2014:
“Los rusos no tienen miedo de la línea militar apostada por la OTAN. Su reacción a los últimos movimientos de la OTAN (nuevas bases y personal en Europa Central, más inversiones, etc.) es para denunciarlos como provocadores, pero todos los oficiales rusos insisten en que Rusia puede manejar la amenaza militar. Tal como ha dicho un diputado ruso, “cinco grupos de reacción rápida diversa es un problema que podemos resolver con un solo misil”. Es una simplificación, pero básicamente una fórmula correcta. Tal como he mencionado antes, la decisión de doblar el tamaño de las Fuerzas Aéreas Rusas y modernizar el Regimiento 45vo de Designación Aérea Especial hasta el tamaño de una brigada completa está avanzado. Se podría decir que Rusia ha previsto la creación de 10.000 tropas de la OTAN aumentando sus propias fuerzas aéreas móviles de 36.000 a 72.000 unidades. Esto es típico de Putin. En cuanto la OTAN anuncia con fanfarrias y fuegos artificiales que creará una fuerza de repuesto de acción rápida de 10.000 unidades, Putin tranquilamente aumenta al doble el tamaño de la Fuerza Aérea Rusa hasta 72.000. Y, créanme, la Fuerza Aérea Rusa endurecida en la batalla es una fuerza de combate mucho más eficaz que la hedonista, desmotivada, y multinacional (28 países) Euro fuerza de 5.000 unidades que la OTAN aún se esfuerza en reunir. Los comandos de los EEUU entienden esto perfectamente”.
Pero esto no es todo lo que Rusia ha hecho. Putin ha ordenado la re-creación de la principal armadura de la amenaza de la Guerra Fría: la primera Armada de Tanques de Guardia. Esta Armada de Tanques incluirá dos Divisiones de Tanques (los mejores del ejército ruso, la 2ª Guardia de la División de Rifles Motorizados Tamanskaya y la 4ª Guardia de la División de Tanques Kantemirovskaya), y un total de 500 tanques Armata T-14. Este tanque del Ejército estará apoyado por el 20ª Guardia del Ejército de Armas Combinadas.
No debemos equivocarnos, esta es una enorme, pesada y poderosa fuerza cuyo propósito es muy similar al de los Ejércitos de Choque Soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría: “superar disposiciones defensivas difíciles con el objetivo de crear una penetración táctica de ancho y profundidad suficientes para permitir la participación de formaciones móviles de explotación más profunda.”
¡Bravo Europa!, ¡acabas de pintarte una mira gigante en la frente!
Muy poco de esto es reportado en la prensa occidental, por supuesto, es por esto que el público en general está completamente desprevenido del hecho de que, mientras la OTAN y los políticos occidentales pretenden hacerse los duros y tratan de asustar a Rusia, los rusos decidieron tomar estas amenazas en serio y ejecutaron acciones reales y prácticas.
Para alguien como yo, que vivió durante la guerra fría y que solía monitorear las fuerzas soviéticas de Alemania Oriental, es inquietante y repugnante ver que Occidente prácticamente ha forzado a Rusia a tomar parte en una nueva Guerra Fría, que ella no quería ni necesitaba. Obviamente, estoy completamente seguro que no existe ninguna “amenaza rusa” en el Oriente, y que la única forma de hacer atacar a este poder militar sería atacar primero, pero lo triste del caso es que ahora los países de la UE/OTAN son el blanco directo de las fuerzas rusas.
Para empeorar la situación, hay una gran posibilidad de que Hillary y su combo neo-con asuman pronto el mando de la Casa Blanca. Sólo Dios sabe de qué son capaces estos personajes. Hillary, cuyo único logro en la vida parece ser haber empujado a su esposo Bill a bombardear Serbia, y convertir Libia en un feísimo desastre, tendrá que demostrar que ella es más hombre que Putin. Tratará de someterlo e intimidarlo a rendirse sin importarle que el pueblo ruso vea ya a Occidente como una sociedad degenerada, acaso arrogante, una sociedad de petulantes como Conchita Wurst, quienes simplemente no tienen lo que hace falta para una pelea de verdad y sólo pueden meterse con los más débiles y humildes. No es miedo lo que los neo-cons inspiran a los rusos, sino asco. Como máximo, quizás puedan sentir alguna preocupación debido a la aparentemente infinita arrogancia y la autodestructiva falta de previsión. Como he escrito ya muchas veces, los rusos no le tienen miedo a la guerra, no hay duda de ello, pero a diferencia de los anglozionistas, están sin embargo ya preparados para ella.
En cuanto a los europeos, están comenzando lentamente a darse cuenta de que se hallan inmersos ya en una larga y dolorosa guerra contra el terrorismo wahabita. Los ataques de Paris y Bruselas son los tiros de apertura de una guerra que va a durar muchos años. A Rusia le costó más de 10 años aplastar el terror wahabita del Cáucaso, y eso con un hombre como Vladimir Putin a la cabeza del país. Una mirada a François Hollande o Angela Merkel hace sentir en las entrañas que este par de tristes payasos jamás vencerán. Sólo contrastemos la reacción de Vladimir Putin ante el derribo del avión ruso en el Sinaí, y los sollozos de Federica Mogherini después de los atentados de Bruselas.
Ahora imaginemos que Ud. es un líder terrorista wahabita, yo añadiría un sexista duro de por vida, y que Ud. está viendo esta foto, ¿acaso esta foto influiría en su selección de objetivos?
Por supuesto que lo haría.
Lo mismo ocurre con la comparación en Siria entre los EEUU/OTAN y el resultado de sólo 6 meses de bajo efecto de las fuerzas aéreas rusas. Los estados, tal como la gente, tienen su propio “lenguaje corporal”, y mientras el lenguaje corporal desplegado por Rusia es de confianza y poder formidables, el lenguaje corporal de la UE, y de los EEUU en proporción marginalmente menor, refleja debilidad, presunción e incompetencia, a menudo bordeando el suicidio (como el caso de Merkel en relación a las políticas de inmigración).
La línea final
La línea final de este desastre es que lo que la UE y los EEUU han hecho en Ucrania (y realmente en otros lugares) ha sido increíblemente estúpido. Pero los EEUU pueden afrontar tales errores, mientras que la UE claramente no puede. En cuanto a Rusia, sí, mayormente ha sufrido debido a estas políticas, pero este dolor ha sido canalizado por el Kremlin para fortalecerla en muchas formas, desde lo político hasta lo militar, e incluso lo económico, aunque aquí el progreso ha sido mínimo y la 5ª columna aún está en el poder, si bien me mantengo optimista ante una purga muy necesaria.
Lo que la UE ha hecho es esencialmente una forma de “suicidio por negación de la realidad”. Lo que sigue a continuación tendrá que ser un cambio de régimen, no sólo para un país, sino para todo el continente. Yo creo que tal cambio de régimen será inevitable, pero la pregunta es cuánto tiempo debe durar esta agonía lenta y dolorosa de la UE. Esto puede prolongarse por muchos años, creo. Los líderes de la UE no se disculparán y elegantemente renunciarán a sus cargos, hay una clase entera de parásitos que actualmente vive de la estructura de la UE, y se resistirán desesperadamente a cualquier reforma significativa, sin mencionar un cambio de régimen, el cual de todas formas se encargará siempre de poner los intereses mezquinos de la clase pudiente por encima de los intereses de su gente, y del sentido común.
En cuanto al pueblo de la UE, descubrirá que no posee los medios para imponer un cambio político por medio de elecciones, que vive en una falsa democracia, y que todo lo que se le ha dicho y prometido es simplemente vacío, feo, embuste. Ucrania no se convirtió en Europa, pero Europa sí se convirtió en Ucrania.
¡Bienvenida al mundo real, UE!