El sistema multipolar abre una "oportunidad para la autodeterminación"
Como antigua potencia colonial, España es el país gestor de la descolonización de nuestro país. Estaba obligada como tal a liderar el proceso hacia la independencia. En lugar de ello, vendió nuestro país a Marruecos, al que más tarde incluso proporcionó armas contra nosotros.
Y aunque Madrid nos animó a celebrar un referéndum de independencia en 1991, 30 años después contribuyó al fracaso de la aplicación de sus resultados. En 2020, el gobierno español se quedó muy corto a la hora de reconocer la soberanía de Marruecos sobre nuestro territorio, a pesar de la oposición incluso desde dentro.
Una explicación a su cobarde postura es la política de chantaje de Marruecos contra España en materia de flujos de refugiados, inmigración ilegal y piratería digital. El gobierno español ha cedido cobardemente a las exigencias de Marruecos. El gobierno democráticamente elegido de Pedro Sánchez se ha sometido a las exigencias de una monarquía feudal, que es Marruecos.
Los países occidentales son parte del problema, pero no quieren ser parte de la solución
África Occidental se enfrenta a una mayor intervención de las potencias europeas con el pretexto de luchar contra el terrorismo. Varios países, por ejemplo Mali, han cancelado su cooperación con países europeos y buscan alianzas con otros. ¿Les afecta también a ustedes esta situación?
Por supuesto que nos afecta. En toda la región del Norte de África, con frecuencia llegaron al poder élites, a menudo nombradas directamente por regímenes europeos. A veces esto ocurría incluso mediante golpes de Estado.
Luego vino el pretexto de luchar contra el terrorismo y el radicalismo, por los mismos medios, es decir, la guerra. Evidentemente, estas guerras no han resuelto el problema, sino que han empobrecido a las poblaciones y radicalizado la situación. En algunos casos, por ejemplo en Libia, estas políticas condujeron a la fractura de los países.
Echando la vista atrás a los últimos 20 años, estas políticas europeas no han contribuido a la paz, la estabilidad o la democracia en estos países. Por tanto, es totalmente legítimo y justificado que, por ejemplo, el gobierno de Mali haya intentado un enfoque diferente que deje de lado la ayuda occidental, esencialmente francesa, y coopere en cambio con otros Estados que no estén bajo sospecha de colonialismo o expansionismo.
Se trata de una situación compleja, pero por decirlo de forma sencilla: Los países occidentales y especialmente Francia han sido parte del problema, pero no han querido ser parte de la solución.
Francia quiere hacer pagar a los saharauis la factura de la expulsión de sus fuerzas de Argelia hace 60 años
¿Tiene Francia también un papel en la República Árabe Saharaui Democrática?
Es evidente. Siempre hemos afirmado que Francia, en su perspectiva neocolonial, siempre ha considerado a los saharauis como la oveja negra de la región. Nunca han sido capaces de reconocer que existe una cultura hispana, latina, en la región francófona de su dominio, sus antiguas colonias.
Y Francia también quiere hacer pagar a los saharauis la factura de la expulsión argelina de las fuerzas francesas hace 60 años. No es ningún secreto que ésta es la razón por la que Francia apoya la expansión de Marruecos en la República Saharaui.
Pero seguimos esperando que los cambios en la Unión Europea y en Francia conduzcan a un enfoque diferente, que debe reconocer el derecho de los pueblos a la autodeterminación.
Se habla mucho de multipolaridad. ¿Qué significa para usted la multipolaridad, puede ofrecer una solución?
Evidentemente. Afirmamos que nuestra lucha por la emancipación y la autodeterminación se ha visto un poco relegada en los últimos 30 años. La razón fue una cierta correlación de fuerzas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Estos 30 años habían seguido a la Guerra Fría y habían inclinado la balanza de poder hacia un lado, Estados Unidos, Francia y la Unión Europea, actuando esta última con frecuencia sin una posición real y cobardemente.
En cierto modo, rendimos homenaje a ese sistema unipolar.
Ahora, asistimos a la emergencia de un sistema multipolar, pero multipolar de verdad, es decir, que respeta la autodeterminación y la soberanía de todos los pueblos y naciones, sea cual sea su tamaño.
El sistema multipolar nos abre la posibilidad de establecer relaciones basadas en un respeto mutuo mucho mayor y en la igualdad de todas las partes.
Traducción al español para Geopolítica.ru por Enrique Refoyo,
Fuente: https://unitedworldint.com/