El mensaje del líder supremo iraní a los peregrinos del Hajj
¿Qué efecto tendría el mensaje del líder supremo iraní, el Ayatollah Alí Jamenei sobre los peregrinos del Hajj a la Meca y Medina este año?
La enemistad de la que actualmente somos testigos entre Irán y Arabia Saudí, en realidad se ha estado fraguando durante décadas. Pero hemos visto una exacerbación de las hostilidades verbales desde enero de 2016. En septiembre de 2015, tuvimos la tragedia horrible (o mejor dicho, la farsa) en el distrito Mena de la Meca donde miles de personas murieron, 500 de las cuales eran iraníes, más que de cualquier otra nacionalidad. El régimen saudí nunca se ha disculpado. Más tarde se informó de que algunas de las personas que murieron eran oficiales de inteligencia iraníes en Líbano e Irak. Los saudíes nunca devolvieron sus cuerpos ni permitieron que tuviera lugar ninguna autopsia incluso cuando el mismo ministro iraní de Salud y servicios humanos, Doctor Hashemi, hizo el viaje justo después de la tragedia. Ese evento causó muchos problemas en las relaciones iraní-saudíes.
Después, en enero de 2016, los saudíes ejecutaron brutalmente mediante decapitación, al activista y disidente pro-derechos humanos Sheij Nimr al-Nimr. Mucha gente en el mundo musulmán estuvo extremadamente indignada. En Irán, algunos manifestantes enfadados, incendiaron la embajada saudí. Lo mismo pasó con el Consulado General Saudí en Mashad, al noreste de Irán. Así, junto con los atroces eventos de Mena, aseguraron la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí y la llamada de los embajadores de ambos países.
Con el mensaje del líder supremo, vimos un oportuno recordatorio de aquellos desagradables eventos del pasado año y cómo los saudíes nunca se disculparon ni incluso pagaron alguna reparación, aunque el liderazgo iraní claramente condenó el incendio de la embajada saudí.
Por el contrario, para añadir insulto a la herida, anteriormente en este año, cuando Irak ofreció mediar en las negociaciones de peregrinaje entre los Iraníes y sus homólogos saudíes, aunque algunos ridículos tecnicismos ideados y comportamientos típicamente engañosos y de arpías, los saudíes decidieron unilateralmente que los iraníes no deberían participar en la peregrinación del Hajj de este año. Este fue un gran insulto a la nación iraní y a las masas musulmanas. Como tal, los peregrinos iraníes fueron prohibidos de la temporada de peregrinaje de este año.
El líder supremo naturalmente respondió con palabras fuertes, incluso abiertamente denominando a los líderes saudíes como el mal; un título que por cierto, se merecen plenamente por sus crímenes en Siria, Bahréin y la empobrecida Yemen. Normalmente, el líder supremo es muy precavido e imparcial en sus discursos. Raramente se refiere a américa y otras potencias imperialistas, por ejemplo, por el apodo. Pero en su discurso, tanto América como las estructuras de poder saudíes fueron señaladas.
Monetariamente hablando, creo que la importancia de la prohibición contra los peregrinos iraníes será medida en miles de millones de dólares en pérdidas para los saudíes. Los dólares de los peregrinos iraníes no fluirán a la economía saudí este año. En esencia, esto puede verse como una sanción directa por los iraníes. Creo que realmente dañará la economía más bien decreciente de los saudíes.
Tontamente, ellos no se preocupan realmente por la contribución financiera de estos peregrinos. Incluso con todos sus gastos en sobornos por el en todas las comunidades musulmanas extendidas por el mundo, ellos han dejado cero credibilidad de todas formas. El líder supremo en su mensaje, realmente enfatizó una nueva gestión musulmana y global del peregrinaje del Hajj. Por supuesto, mucho de esto es retórica, pues los saudíes nunca van a renunciar voluntariamente al poder sobre Meca y Medina. Allá donde están ubicadas las dos mezquitas santas y donde tienen lugar la mayoría de peregrinaciones.
Así que, si esto va a más, por la desesperación financiera, los saudíes puede que reviertan su posición porque realmente está hiriendo sus bolsillos. No puedo recordar el número exacto, pero creo que está en miles de millones, en torno a cinco mil millones al año, si no estoy equivocado.
En torno a dos millones de personas normalmente van a la Meca durante la temporada del Hajj que está ocurriendo justo ahora. Es interesante que 20 millones de personas vayan a Karbala (Irak), durante las ceremonias de la Ashura cada año para conmemorar el martirio del nieto del profeta Mohammad, el Imam Hussein, en Karbala hace 1.400 años. A pesar de que Irak está alterado como resultado de la invasión de Washington en 2003 y la subsiguiente ocupación, de manera interesante en Karbala no hay avanzadas pulseras electrónicas de seguridad que sean usadas o requeridas. La seguridad es discreta, pero muy efectiva.
Por otro lado, en la Meca están usando la última tecnología en cuanto a seguridad. Incluso tenemos informes de inteligencia de que los israelíes están proporcionando la seguridad real para los saudíes, ya que los saudíes solo confían en su dinero y son incompetentes en casi todo. Esto no tiene precedentes, pero no es sorprendente que los sionistas israelíes y los wahabíes saudíes hayan sido compañeros desde hace mucho, mucho tiempo, incluso retrocediendo hasta las raíces del wahabismo unos 300 años.
No obstante, incluso con todas esas medidas de seguridad israelí/saudí, todavía tuvimos aquellos horribles incidentes que tuvieron lugar, o quizá fue una conspiración bien planeada. Esta dejó una gran marca en la gestión saudí de la peregrinación e incluso sus intenciones hacia un tipo de país musulmán. Y esto no es nuevo. Cada dos o tres años, ha habido avalanchas en la Meca.
Creo que la esencia del mensaje del líder supremo de Irán fue que deberíamos buscar por soluciones alternativas para gestionar estas peregrinaciones del Hajj. Esta es una divergencia que se avecina, que está creciendo. Es un crítico conflicto geo-sectario a lo largo de oriente medio con terribles consecuencias. La extensa carta del líder supremo, también estaba apuntada a recordar a los musulmanes participantes en el Hajj que no olvidasen la ausencia de sus hermanos y hermanas iraníes en la temporada de Hajj en este año.
No obstante, al final, no importa quien esté al cargo de esas dos mezquitas santas en Arabia, el peregrinaje es una necesidad, según las antiguas costumbres y ritos de peregrinaje. Incluso durante la época preislámica, cuando los árabes politeístas estaban al cargo de la antigua Kaaba, el peregrinaje era requerido a los creyentes monoteístas.
Así, claramente el líder supremo no estaba promoviendo una prohibición de la peregrinación. Simplemente estaba destacando la tremenda incompetencia saudí y el hecho de que ellos nunca se disculparán por el incidente que tuvo lugar en la Meca el pasado año, así como proporcionaba una solución para futuras peregrinaciones. Eso fue todo.