El fracaso inevitable

27.07.2016

Hay varias razones para el fracaso del golpe turco. Aparentemente las autoridades turcas conocían de antemano acerca del golpe planeado y fueron capaces de prevenirlo a tiempo.

La segunda parte de esto: El golpe de Estado no fue organizado por todo el ejército sino solamente por una insignificante parte de el. Esta parte ha estado más bien conectada de cerca con los EEUU. Es sorprendente que esta porción del ejército hizo avanzar a sus tropas sin la preparación adecuada. Cometieron varios errores simultáneamente.

Primero, no arrestaron a las personas que encabezan el Estado, ni al presidente, ni al primer ministro. Arrestar a los líderes del Estado es la primera cosa que hacer en cualquier revolución exitosa.

En segundo lugar, no bloquearon el acceso a internet y no apagaron la transmisión de canales de televisión. Está claro que era bastante difícil; sin embargo, Erdogán consiguió hacer un video mensaje para llamar a que la gente protegiera la constitución. Tampoco es tanda sorprendente que él fue apoyado, pues el pueblo turco es negativo acerca de la intervención del ejército en la política estatal.

En tercer lugar, incluso aquellos que antes se oponían a Erdogán, realmente han apoyado al gobierno. Incluso la prensa secular, que normalmente criticaba al presidente, tras la sacudida hizo artículos en su apoyo. Ciertamente, un fuerte apoyo también fue dado por las mezquitas. Justo después del video mensaje de Erdogán, hubo una apelación a no poner atención a los militares y salir a las calles. Sin lugar a dudas, ese golpe de estado no tenía posibilidades. Fue tan malamente preparado porque sus organizadores estaban “bajo la cúpula”. Sólo tuvieron dos opciones: O bien organizar una revolución, o bien huir del país.