El corredor de transporte Norte-Sur es un proyecto de integración transcultural
El NSTC representa la convergencia física de los grandes planes estratégicos de Rusia, centrados en el sur, de equilibrar los anclajes iraní-paquistaní de su Ummah Pivot en esta parte concreta del supercontinente con el Neo-NAM que persigue conjuntamente con la India. La óptica trans-civilizacional es inmensamente importante ya que habla del hecho de que la predicción del llamado "Choque de Civilizaciones" de Huntington no era más que un ejemplo de ilusiones malintencionadas (si no una propuesta política provocadora) y ha sido indiscutiblemente desafiada por la resultante Convergencia de Civilizaciones entre el Cristianismo Oriental, el Islam y el Hinduismo encarnada por el NSTC.
El emergente Orden Mundial Multipolar (o "Nuevo Orden Mundial", como lo denomina el presidente estadounidense Joe Biden) se vio acelerado por las consecuencias de la respuesta sin precedentes y planificada por el Occidente liderado por Estados Unidos a la actual operación militar especial de Rusia en Ucrania, que el propio país provocó. Una de las tendencias más importantes de esta transición sistémica global es el ascenso de las civilizaciones como actores internacionales, que fue predicho en detalle por el académico ruso Leonid Savin en su libro de 2020 "Ordo Pluriversalis: The End Of Pax Americana And The Rise Of Multipolarity" que el autor reseñó aquí poco después de su publicación. El Corredor de Transporte Norte-Sur (NSTC) entre Rusia, Azerbaiyán, Irán e India -y que también puede ampliarse fácilmente al vecino Pakistán para mejorar el creciente comercio bilateral con Rusia- desempeñará un papel insustituible en este sentido.
Este ambicioso proyecto conecta la civilización cristiana ortodoxa oriental de Rusia con la musulmana de Azerbaiyán, Irán y Pakistán, junto con la civilización mayoritariamente hindú de la India. Teniendo en cuenta que India, Irán y Pakistán acaban de ser mucho más importantes que nunca para Rusia como resultado de su neutralidad de principios que les permite servir como válvulas de presión económicas estratégicas para ella, no cabe duda de que el NSTC, en el que participan los dos primeros países y el tercero podría hacerlo también prospectivamente, se convertirá en un proyecto emblemático multipolar junto con el gasoducto Pakistan Stream (PSGP) y el PAKAFUZ. Lo que todos ellos tienen en común es que se trata de proyectos de conectividad Norte-Sur que demuestran que la gran reorientación estratégica de Rusia hacia el Sur Global después de 2014 no se centró exclusivamente en China como muchos pensaban, sino que Moscú equilibró su visión del "Ummah Pivot" y del "Neo-NAM" con la India.
Eso no quiere decir que China no desempeñe un papel crucial en la gran estrategia rusa -en realidad, esas dos grandes potencias sirven de doble motor del emergente Orden Mundial Multipolar-, sino que el Kremlin trató sabiamente de evitar de forma preventiva cualquier posible dependencia desproporcionada de la República Popular mediante estas iniciativas complementarias centradas en el Sur. El "Pivote Ummah" se refiere a su priorización de socios no tradicionales de mayoría musulmana como Irán y Pakistán, mientras que el Neo-NAM es el proyecto no oficial de las relaciones entre Rusia e India por el que estos dos buscan conjuntamente crear un tercer polo de influencia en la fase de transición bimultipolar entre la unipolaridad y la multipolaridad. El Pivote Ummah y el Neo-NAM se equilibran mutuamente, lo que a su vez equilibra a China en esta gran estrategia kissingeriana postmoderna que persigue la Gran Potencia euroasiática.
La NSTC representa la convergencia física de los grandes planes estratégicos de Rusia centrados en el sur para equilibrar el anclaje iraní-paquistaní de su Pivote Ummah en esta parte concreta del supercontinente con el Neo-NAM que persigue conjuntamente con la India. La óptica trans-civilizacional es inmensamente importante ya que habla del hecho de que la predicción del llamado "Choque de Civilizaciones" de Huntington no era más que un ejemplo de ilusiones malintencionadas (si no una propuesta política provocativa) y ha sido indiscutiblemente desafiada por la resultante Convergencia de Civilizaciones entre el Cristianismo Oriental, el Islam y el Hinduismo encarnada por la NSTC. Esto supone un poderoso ejemplo para la comunidad internacional (que en este contexto también se refiere a la sociedad civil mundial) en dos sentidos: en primer lugar, refuta la "inevitabilidad" del choque de civilizaciones; y en segundo lugar, demuestra que China no tiene el monopolio en este sentido.
Para profundizar en el último punto mencionado, hasta ahora se había dado el caso de que la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) de China era el único medio físico para unir a varias civilizaciones a través del objetivo compartido del comercio, la inversión y el desarrollo socioeconómico mutuamente beneficiosos, pero la propia existencia de la NSTC demuestra que Rusia y sus socios azerbaiyanos, iraníes, indios y quizás pronto incluso pakistaníes pueden unirse para perseguir este mismo objetivo. De hecho, China también tiene un papel crucial que desempeñar en la NSTC ya que, según se informa, el pacto de asociación estratégica de la primavera pasada con Irán hizo que la República Popular se comprometiera a invertir más de 400.000 millones de dólares en la República Islámica a lo largo del próximo cuarto de siglo, lo que probablemente se traducirá también en impresionantes inversiones en infraestructuras para facilitar la NSTC en algunos aspectos, especialmente en lo que respecta a la conectividad entre Irán y Pakistán debido a que este último país acoge la CPEC.
"La búsqueda de soberanía económica por parte de Rusia no equivale a aislacionismo", a diferencia de lo que algunos observadores occidentales han afirmado falsamente, ya que nadie puede negar la visión transcivilizacional y transcontinental avanzada por la NSTC en la que Moscú desempeña un papel clave. "La jugada de judo geoeconómico de Putin acaba de dar la vuelta a la tortilla financiera en Occidente" después de que el líder ruso decretara que todos los acuerdos de gas con los nuevos países no amigos, como los de la UE, deben pagarse en rublos, lo que hará que éstos apoyen el rublo si cumplen o que se arriesguen a una crisis económica total en Occidente si se niegan, siendo ambos resultados beneficiosos para Moscú a su manera. En el contexto del presente análisis, estos últimos acontecimientos significan que la gran importancia estratégica de la NSTC seguirá aumentando para todas sus partes interesadas, lo que podría ampliarse prospectivamente para incluir también a sus otros socios del Sur Global.