"Donald Trump, primer presidente independiente de Estados Unidos". Los artistas del lameteo del Washington Post

30.11.2016

Los medios occidentales no estaban preparados para la victoria de Trump. Casi todas las llamadas fuentes de información, que de hecho eran los voceros propagandísticos de los neocon, despreciaban constantemente a Trump e incluso declaraban prematuramente nuevo presidente a Clinton.

Pero después de la victoria de Donald Trump, todos estos medios tuvieron que recuperarse rápidamente de la conmoción y reconsiderar su enojada retórica hacia el nuevo presidente legítimo de los Estados Unidos. El Washington Post es una de esas publicaciones, que está lista para un giro de 180 grados en Trump.

Después de una campaña inflexible, autodegradante y vergonzosamente infantil a favor de Hillary, el Washington Post está ahora descubriendo el "lado bueno" de Trump.

Al mismo tiempo, la desesperada "Primavera Americana", lanzada por Soros y los diversos sorosoides, ya se está evaporando, con los pobres y desorientados adolescentes lanzados a las calles para "manifestarse". Ahora vuelven a casa más confundidos que antes.

El hecho es que, como lo señaló un perspicaz observador en Washington, Soros y su franquicia internacional siempre han sido parte del gobierno, una parte de la mal concebida privatización o "mercenarización" de la política exterior y de la inteligencia estadounidenses. Una vez que las cosas empiezan a cambiar a nivel de liderazgo, el aparentemente todo-rico y todopoderoso aparato de Soros podría derretirse como la nieve bajo el sol.

Hay otros instrumentos del estado profundo muy diferentes emergiendo ahora y están empujando en la dirección opuesta. Los muchos aduladores que se apiñan en los medios impresos y electrónicos son ahora como super expertos, especialistas virtuosos del lameteo que no saben dónde lamer. Imploran por un signo, una pista, cualquier cosa para reorientar sus extraordinarias habilidades para el lameteo.

Así, con artistas de este calibre, la "opinión pública" oficial podría cambiar muy, muy rápido. La gente real cambió hace mucho tiempo...