CONCIENCIA NEGRA EN EL SIGLO XXI: POR UNA “NEGRITUD INTEGRAL”

19.07.2023

A mediados del siglo XX, diversas corrientes ideológicas contribuyeron decisivamente al proceso de descolonización de África, creando en el hombre y la mujer Negros un sentimiento de orgullo y el deseo de trazar su propio destino. Una de estas corrientes fue la Negritud.

Negritud: corriente de orgullo Negro

La Negritud es un movimiento filosófico-poético-cultural, con cierta vena política, desarrollado en la década de 1930 por los intelectuales Aimé Césaire (de Martinica), Léon-Gontran Damas (guyanés-martinicano), Jacques Bemananjara (de Madagascar), las hermanas Paule Nardale y Jeanne Nardal (de Martinica), Birago Diop (de Senegal), René Depestre (de Haití), Guy Tirolien (de Guadalupe) y Léopold Sedar Senghor (de Senegal). La Negritud nació como un concepto de oposición a los estereotipos coloniales y eurocéntricos sobre las poblaciones Negro-africanas y de exaltación del orgullo e identitarismo Negro. La Negritud es la negación de la negación del Hombre Negro. Esta Negritud con características fuertemente anticolonialistas influyó en el proceso de la liberación territorial de África en los años 50/60.

Las diferentes categorías de la Negritud

Sin embargo, es importante recalcar que la Negritud es un árbol que tiene ramas. Si es cierto que el principio y carácter del orgullo negro es el corpus central de la negritud, esta última también tenía categorías que se dividen en:

- Negritud marxista: esta era la línea del difunto y brillante intelectual Aimé Césaire. Este último, que pertenecía, entre otros, al Partido Comunista Francés, defendía una Negritud alineada con el marxismo. En ese momento, el comunismo atrajo a todos los oprimidos por el colonialismo, porque el comunismo defendía el internacionalismo proletario, la solidaridad, el anticolonialismo. Pero como expliqué en uno de mis artículos en nuestro sitio Nofi Media titulado "La necessité d’un nouveau paradigme de renaissance africaine", el comunismo en su sentido exógeno aparece como un modelo limitado para las realidades negro-africanas, que son, como se dijo el presidente de Tanzania, Julius Nyerere, ''sociedades comunitarias y no comunistas''. Esta categoría de Negritud puede ser beneficiosa si se tiene en cuenta que África no niega la religión y si se tiene en cuenta que África se opone tanto al materialismo como al clasismo. Sin embargo, el gran Aimé Césaire, que hizo una enorme y nada desdeñable contribución a Negritude, se dio cuenta más tarde de que el comunismo exógeno no era el camino a seguir. Aimé Césaire defendió plenamente el identitarismo negro, pero se enfrentó a marxistas caucásicos que pensaban que había un problema de clase y no de raza. Por lo tanto, Aimé Césaire había dejado el Partido Comunista Francés y declaró en su carta de renuncia: "Creo que los Negros están llenos de energía, de pasión que no carecen de vigor ni de imaginación, pero estas fuerzas pueden marchitarse en organizaciones que no son ellas, hechas para ellos, hechos por ellos y adaptados a los fines que sólo ellos pueden determinar''.

- Negritud socialista: fue defendida por el genial poeta Léon-Gontran Damas, gran defensor de la Negritud y socialista convencido. Entre otras cosas, fue diputado en Guyana y se sentó en la Asamblea Nacional francesa en el banco de la socialista SFIO (sección francesa de la Internacional de los Trabajadores).

- Negritud senghoriana (pro-occidental) : fue defendida por Léopold Sedar Senghor, primer presidente de Senegal, quien lideró una política pro-francesa y pro-occidental, haciéndose responsable de la co-construcción del sistema Françafrique en África (neocolonialismo francés) y pionera del globalismo intelectual en nuestro Continente. La figura de Senghor es bastante paradójica: por un lado un Senghor que presume de orgullo negro y al mismo tiempo un Senghor político que está reñido con lo que defendía intelectualmente (antes de ser presidente). Este Senghor enamorado de Occidente llegó a decir ''La emoción es negra, la razón es helénica'' y fue un gran opositor de Cheikh Anta Diop (el mayor intelectual Africano que reconstruyó la historia Africana libre de estereotipos eurocéntricos).

Por una “Negritud Integral”

En este siglo XXI, debemos revitalizar la Negritud. Pero tendrá que ser una Negritud radicalmente alineada con la africanidad y no apegada a -ismos externos. No tendrá que alinearse con el comunismo/marxismo, el socialismo, el occidentalismo y mucho menos con el liberalismo. La Nueva Negritud, que llamo Negritud Integral, tendrá que romper con el logos del pensamiento exógeno (heredero de la Ilustración) y con todo lo que está lejos de nuestra africanidad. Tendrá que ser una Negritud que integre nuestros valores africanos milenarios, nuestra forma de pensar, para que nazca un Nuevo Hombre Negro. No será una Negritud centrada en un paseísmo deletéreo, que mistifica o reconstruye el pasado en clave moderna, pero será una Negritud que se basará en 5 ejes fundamentales:

-Identitarismo Negro: como enseñaron los padres de la Negritud, el orgullo por la Identidad Negra será lo primero;

-Etnofamilismo: en África el concepto de familia es muy importante y los grupos étnicos son importantes. La Nueva Negritud (Negritud Integral) integrará lo que llamo ''etnofamilismo'', deberá valorar las diferentes familias étnicas presentes en el Continente, sus particularidades, adaptándose a las especificidades de cada una de ellas. ¡Pero cuidado! El etnofamilismo debe refutar categóricamente la supremacía tribal o el etnocentrismo. África tiene diferentes familias con sus especificidades, sus idiomas, sus tradiciones y su cultura, pero estamos, como enseñó el Dr. Cheikh Anta Diop, todos unidos por una matriz de civilización africana común. Etnofamilismo debe rimar con Panafricanismo. El Panafricanismo quiere la unidad de las diferentes formas de africanidad. No quiere uniformidad, sino unidad. El etnofamilismo será por tanto un eje importante de la Negritud Integral.

-Supernacionalismo: los actuales estados-nación africanos creados en la conferencia de Berlín no están en armonía con el etnofamilismo (pilar del panafricanismo). Será necesario, por tanto, pasar del micronacionalismo al concepto de supernacionalismo, basado en la teoría de los grandes espacios civilizatorios del mundo. Un Imperio Africano acentuará el sentimiento de Negritud.

-Afrocracia[*]: porque será una Negritud continentalista, girará en torno al concepto de poder africano recuperado en África (el corazón de la Tierra) en la era del mundo multipolar emergente. La afrocracia es un eje importante de la Negritud Integral, que permitirá a esta última no ver como barómetros al socialismo, marxismo, leninismo, estalinismo, maoísmo, occidentalismo, liberalismo, socialdemocracia.

-Revolucionismo: Revolución significa retroceder (de la palabra revolutio) y por tanto la Negritud Integral deberá conducir al Hombre Negro ya la Mujer Negra al retorno de su ontología civilizatoria, a través del principio africano llamado ''sankofa''.

Necesitamos africanos con identidad, atados a sus raíces, unidos, autodeterminados, orgullosos, éticamente viriles, creativos, conscientes de su aporte a la Civilización y conscientes de que son los guías más antiguos de esta Humanidad, y por tanto tienen una responsabilidad en esta era.

Texto escrito por Farafin Sandouno

Fuente: Nofi Media