El "Turkish Stream" acerca a Moscú y Ankara

El proyecto consiste en la construcción de dos ramas de tuberías, uno de los cuales está diseñada para las necesidades de Turquía, y la segunda para Europa.

Al principio, el plan original para la construcción del gasoducto que pasará fuera del territorio de Ucrania, se anunció en 2014, sin embargo, dicho plan fue cambiado varias veces debido a la fuerte oposición de Washington. La firma del acuerdo y, en consecuencia, su construcción, se pospuso varias veces. Debido al enfriamiento de las relaciones ruso-turcas, se creó un nuevo proyecto "South Stream" que debería pasar a través de Bulgaria y Serbia, entonces, los Estados Unidos, al presionar a Bulgaria, consiguió bloquear dicho proyecto.

Sin embargo, la actual mejoría de las relaciones entre Moscú y Ankara ha permitido la firma ayer de los documentos necesarios y dar un paso a la siguiente fase de la construcción.

Además de la cooperación en la industria del petróleo y el gas, se han confirmado los acuerdos entre Rusia y Turquía en el ámbito militar. Se espera que ambos países fortalezcan la cooperación entre los servicios de inteligencia, y especialmente con respecto a la situación en Siria. Dado que Turquía es oficialmente un miembro de la coalición liderada por Estados Unidos, los servicios de inteligencia turcos puede proporcionar una información muy valiosa. Por otra parte, se puede estar seguro de que la información que fue proporcionada por el Ministerio de Defensa de Rusia para Turquía no pasaría a terceros, dada la posición anti-estadounidense y anti-OTAN que expresa Ankara. Durante las conversaciones tambien se trataron las operaciones humanitarias conjuntas en Alepo.

Además, la cooperación entre Moscú y Ankara en Siria ayudará a llevar la solución de la crisis siria a un nuevo nivel, ya que originalmente Turquía se sitúa en posiciones distintas a Rusia, y la cooperación entre los dos países con diferentes puntos de vista, va a dar un impulso a la comunidad internacional a ser más activa en la búsqueda de soluciones no militares, que promueven Putin y Assad, lo que, por supuesto, tendrá un impacto positivo en la imagen internacional de Moscú, que ahora ocupa también una posición de liderazgo en diferentes campos y está reforzando significativamente su influencia en muchas áreas.