Guerra de Estados Unidos contra Corea del Norte: perspectivas y consecuencias

Un posible conflicto en la RPDC puede cambiar seriamente el equilibrio de poder en la región de Asia y el Pacífico. Una guerra regional a gran escala, en caso de una victoria estadounidense (y este es el resultado más probable), llevará a una fuerte caída en el peso político de China en el escenario mundial. Corea del Sur, que quedará en su mayor parte en cenizas, será aún más dependiente de Estados Unidos y dejará de ser un competidor económico de Estados Unidos y Japón. Incluso si el régimen de Kim cae pacíficamente, el Norte puede convertirse en una carga insoportable para Seúl en el plan económico. Japón, a pesar de la posibilidad de que se utilicen armas de destrucción masiva en su contra, fortalecerá sus posiciones en la región y finalmente romperá con el "pacifismo" de posguerra, fortaleciéndose el "giro a la derecha" de Abe en la política interior y exterior. Al mismo tiempo, ante la amenaza china, el país del sol naciente se verá forzado a fortalecer su alianza con los Estados Unidos.

El principal riesgo para Estados Unidos es la guerra con China. Sin embargo, a diferencia de los conflictos en Oriente Medio, los Estados Unidos no obtendrán como resultado de la agresión en Corea, dolores de cabeza adicionales en forma de complejidades relativas a la construcción de la nación, los movimientos de guerrilla masiva o el fortalecimiento del Islam radical. La responsabilidad de la construcción de la nación y el posterior desarrollo de Corea del Norte recaerán sobre los hombros del sur, y no sobre los de los EE.UU., como podría ser en Siria.