Еl Parlamento francés está en contra de las sanciones anti-rusas

Hoy, En Francia, la Asamblea Nacional discutió una resolución sobre la abolición de las sanciones anti-rusas. A pesar del hecho de que las posibilidades de su adopción eran escasas, los diputados lo aprobaron la resolución. Este es el primer paso de este tipo, que muestra la popularidad de las ideas en la sociedad francesa, y que una parte del sistema de poder en la política francesa entiende la fatalidad de confrontación con Rusia.
 

La esencia de la resolución

El autor de la resolución es Thierry Mariani, diputado del partido Les Républicains ("Los Republicanos") de Nicolas Sarkozy. Su iniciativa fue apoyada por 85 diputados, lo que hizo posible enviar al Parlamento dicha resolucion para su consideracion. La resolución requiere al gobierno francés de no renovar las sanciones económicas y las medidas restrictivas impuestas por la UE contra Rusia. De los más de 500 miembros de la Asamblea Nacional, en la sala se encontraban sólo 101 personas. Para el levantamiento de las sanciones votaron 55 parlamentarios.

La lucha del Frente Nacional por el electorado

Sarkozy llegó al poder en Francia como un político pro-estadounidense y atlantista, y así permanecerá. En las elecciones regionales del año pasado, Sarkozy fue bloqueado por los socialistas del presidente Hollande con el fin de evitar la victoria del "Frente Nacional", el mayor partido antisistema patriota. Sin embargo, su partido está utilizando activamente el reciente discurso pro-ruso con el fin de ganarse a los electores del "Frente Nacional", que rápidamente comenzó a ganar popularidad. Según las últimas encuestas, más de 30% de los franceses está a favor del levantamiento de las sanciones. Esto se debe principalmente al hecho de que las sanciones que impuso Rusia como respuesta afectaron al sector de agricultura francesa. Por lo tanto, la política rusa de aplicar sanciones en sentido contrario ha demostrado su eficacia.

La posición de los "republicanos" demuestra que las fuerzas sistémicas en Europa ya no pueden ignorar las demandas de la gente, que están en contra de la guerra de las sanciones contra Rusia, y se estan obligados a adaptarse al sentimiento pro-ruso.