Los resultados de las elecciones autonómicas en Andalucía
Elecciones al Parlamento de Andalucía. Con un censo electoral de 6.286.917 votantes potenciales, y 109 escaños en el parlamento autonómico, el primer dato que salta a la vista es, una vez más, el abrumador triunfo de la abstención: con el 99,95% de los votos escrutados, los resultados oficiales admiten un 36,06% de abstenciones, 2.266.104 electores que no acudieron a las urnas. (Compárese con los escuálidos 1.409.042 sufragios oficialmente recibidos por el PSOE-A, supuesto ganador de estas elecciones). Si a éstos sumamos los 40.939 votos nulos (1,02%) y los 54.807 votos en blanco reconocidos (1,38%), tenemos nada menos que 2.361.850 expresiones de rechazo al proceso electoral, un 38,46% del censo autonómico. Esta cifra es especialmente significativa en una comunidad autonóma donde son enormes las presiones de todo tipo para votar a los partidos dominantes, especialmente al Socialista (en algunas zonas también a Izquierda Unida, que ha gobernado en coalición con el PSOE hasta ahora). Fracasa el esfuerzo de PSOE, PP y demás centros de poder por movilizar a los votantes, pues el rechazo sólo decrece dos puntos porcentuales respecto del año 2012.
Las incógnitas planteadas por la participación de los nuevos partidos del sistema que aspiraban a ocupar el lugar de los ya instalados (Podemos, Ciudadanos, UPyD y Vox) se han despejado de manera algo distinta a la que anunciaban los grandes medios. Se hunden los dos últimos citados: Vox, escisión del Partido Popular vinculada a la secta o sociedad secreta El Yunque, queda reducido a la marginalidad con un 0,45% de los votos; «Unión, Progreso y Democracia», escisión jacobina del PSOE, retrocede de los 129.407 votos obtenidos en 2012 a los 76.653 del domingo, y tampoco obtiene representación. Los posibles votantes de UPyD pueden haber optado por Ciudadanos, nuevo partido de ideología difusa con algunos contornos similares, que la prensa conservadora se ha esforzado en promocionar; obtiene 368.988 sufragios (9,28%) y 9 escaños.
Podemos, el nuevo partido marxista y pretendidamente antisistema, irrumpe a costa de Izquierda Unida, pero no obtiene el éxito augurado. Con 590.011 votos (14,84% de los emitidos) Podemos obtiene 15 escaños. Izquierda Unida (oficialmente IULV-CA, macrocoalición de micropartidos con el Partido Comunista) pierde casi la mitad de sus votos de 2012 y se queda con 273.927 y 5 escaños.
El Partido Popular (PP, en el Gobierno de España) se hunde y pasa del 40,67% de los votos emitidos y 50 escaños en el año 2012, al 26,76% (1.064.168 votos) y 33 escaños de este domingo. Para partido conservador, laicista, abortista y juanista, a los andaluces les basta el PSOE.
El Partido Socialista se mantiene, como era de esperar, tras décadas de implantación de todo un sistema a su servicio, y sin verdadero adversario. La corrupción se da por supuesta en la España europea de la Constitución de 1978. Mantiene el mismo número de escaños, 47, que tras las anteriores elecciones autonómicas. Sus candidaturas son las más votadas: reciben oficialmente 1.409.042 sufragios (el 35,43% de los emitidos), perdiendo sólo unos ciento diecinueve mil respecto de hace tres años.
Con la sombra del pucherazo planeando no sólo sobre determinados colegios electorales, sino también sobre los medios electrónicos de recuento general; y con la caprichosa (y antidemocrática) asignación de escaños por el sistema D'Hondt (adoptado en la Transición española, supervisada por el Cuartel General de la OTAN, para otorgar el poder a unos partidos políticos artificiales y sin arraigo), dejamos aquí este somero análisis del supuesto triunfo electoral de Susana Díaz Pacheco, sevillana de 41 años y secretaria general del Partido Socialista Obrero Español de Andalucía, fuera del cual no se le conoce ningún trabajo, empleo o actividad laboral; una apparátchik ascendida para intentar lavar la cara de un PSOE-A enfangado en casos de corrupción y con buena parte de sus dirigentes investigados o encausados por los tribunales. (La tasa de corrupción oficial de la llamada comunidad autónoma de Andalucía sólo es superada por la de Cataluña; y, según algunas fuentes, también por las de Valencia y «Castilla-La Mancha»). Susana Díaz adelantó casi un año las elecciones autonómicas por la «inestabilidad» (inestabilidad judicial, en realidad) del Gobierno de coalición de PSOE e IU. ¿Formará gobierno ahora con el apoyo de Ciudadanos, de Podemos o del PP?