En el orden del día están los siguientes asuntos: un informe sobre las actividades de la administración Trump; el futuro de las relaciones transatlánticas; China; los problemas económicos en los países desarrollados: el desempleo, la caída de los ingresos reales, las expectativas no realizadas; el papel de Rusia en el orden internacional; el populismo.
La mayor parte de las nuevas cuestiones no tratadas anteriormente en pasadas reuniones del club están relacionadas con el fenómeno populista, como los problemas que son alimentados por el populismo y las consecuencias de la llegada al poder de los políticos populistas (especialmente Donald Trump).
Rusia y China están tradicionalmente en la agenda. Sin embargo, la actitud de los globalistas hacia los dos países varía. No se invita a la reunión a ningún representante de Rusia. Al mismo tiempo, el embajador de China en los Estados Unidos está allí.
Famosos rusófobos -el senador Lindsey Graham y el historiador Niall Ferguson- asistirán a la reunión de la organización, lo que indica que los globalistas no planean negociar con Rusia y tienen una postura hostil hacia el país, pero están dispuestos a escuchar las opiniones de Pekín.
En la reunión del club Bilderberg estarán presentes dos miembros del equipo de Trump: el secretario de Comercio Wilbur Ross y el consejero de seguridad nacional Herbert McMaster. Son personas responsables de las políticas comerciales, económicas y de seguridad en la administración Trump. Esto demuestra que Trump está listo para hacer concesiones al pantano; le gustaría integrarse en el establishment global y presentar como más cercano a los globalistas miembros de su equipo.
