Es probable que Kim Jong-un pueda cambiar la estructura de poder en Corea del Norte, cediendo más autoridad (y responsabilidad) a los ministerios y organismos. El Congreso tiene un carácter abierto, por lo que los periodistas extranjeros podrán verlo por sí mismos.
El Congreso se celebra en un momento conveniente para Corea del Norte, en el que se limita la posible intervención de los principales rivales de Corea del Norte: Estados Unidos y Corea del Sur. En Estados Unidos se celebrerán elecciones este año y la administración de Obama actualmente cuenta con pocas herramientas para influir. En Pyongyang utilizan este momento para poner en marcha sus ambiciones y aspiraciones políticas. Seúl también está en un estado de turbulencias, ya que se celebraron elecciones parlamentarias en el país, y el próximo año están convocadas las elecciones a la presidencia.
Los Estados Unidos están muy preocupados por las pruebas de misiles balísticos y el programa nuclear de Corea del Norte. Las pruebas recientes muestran que Pyongyang está en su etapa final de desarrollo. Aunque estas estas tecnologías no cuentan con mayores perspectivas desde hace mucho tiempo y muchos Estados las poseen, Washington utiliza sin embargo cualquier logro del régimen norcoreano para justificar sus propios proyectos políticos, incluido una mayor militarización de Corea del Sur mediante el aumento de las tropas estadounidenses en el país.