La desclasificación de los documentos de los Estados Unidos se ha utilizado como moneda de cambio para presionar a Arabia Saudita con el fin de socavar las negociaciones que mantuvieron los países productores de petróleo en Doha, el 17 de de abril de 2016. Los saudíes, se opusieron a las medidas destinadas a aumentar los precios del petróleo. Por lo tanto, y en contra de los intereses de su propia economía, se unieron a la presión económica por parte de Estados Unidos hacia Rusia. Esto provocó una crisis en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita. Los saudíes se comprometieron a vender la totalidad de sus inversiones en valores de Estados Unidos.
Ahora, una parte de la élite de la política exterior de Estados Unidos está tratando de rectificar este rumbo. En particular, esto se aplica a la CIA, que tradicionalmente ha cooperado activamente con los saudíes. En particular, la CIA entrenó a las tropas de militantes sirios que cooperan activamente con los apoderados de Arabia en el país. La divulgación de los resultados de la investigación podría llegar a socavar las relaciones de Estados Unidos con el aliado más importante, después de Israel, en el Medio Oriente.
El gobierno de Obama se ha opuesto formalmente al proyecto de ley que permitiría a los ciudadanos de Estados Unidos demandar a estados extranjeros, si están implicados en terrorismo. Se espera que esta iniciativa también afecte a Arabia Saudita como consecuencia de la publicación de los documentos secretos del 11 de septiembre.